| Por: Maricelis Rivera Santos EL VOCERO 15 de diciembre de 2007 El secretario del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP), Carlos González, manifestó que todavía hay espacio para cambiar el diseño del tramo de la autopista PR-22 para reducir el impacto a los mogotes de la zona kársica. González declaró que la alineación prevista hasta ahora en la Declaración de Impacto Ambiental Preliminar (DIA-P) del proyecto, contempla que se afecte 0.5 por ciento de karso en una ruta de 46 kilómetros . Sin embargo, sostuvo que, luego del proceso de vistas públicas, hay cabida para hacer cambios. "La ruta todavía no está definida… se define en el documento final, y hay alrededor de 5 kilómetros al norte y al sur del propuesto desvío que podemos jugar con ello. Podemos mover la ruta para impactar lo menos posible el karso", subrayó el funcionario. El proyecto contempla expandir la actual PR-22 entre los pueblos de Aguadilla a Quebradillas. El costo de ese tramo de autopista tendría $600 millones. El funcionario expresó que la dependencia, siempre que tiene algún impacto ambiental, se le exige remediar o mitigar en una proporción de dos a uno por cada árbol que derriben para carreteras. Dijo que además tomarán la previsión de que los puentes que se proponen construir en ese nuevo expreso sobre los ríos Camuy y Quebradillas, serán de tipo atirantado, como el de Naranjito, que, alegadamente, tienen un menor impacto ambiental. |
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