martes, junio 27, 2006

AL GORE: DE POLITICO A ESTRELLA DE CINE

Carmelo Ruiz Marrero
Director, Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico


"An Inconvenient Truth", película protagonizada por el ex-candidato presidencial Al Gore, en la que el ex-político tornado estrella de cine suena la alarma sobre el calentamiento global.

Sin duda muchos ambientalistas deben estar deleitados con la película, pero no veo razón para hacer de Gore un héroe del movimiento ambiental.

¿Qué hizo Gore para combatir el calentamiento global cuando fue vicepresidente de Estados Unidos por ocho años? Absolutamente nada.

En la película, Gore le exhorta a la actual administración a que firme el Protocolo de Kyoto. El Protocolo, que fue redactado en 1997 y entró en vigor en febrero de 2005 y ha sido firmado por sobre cien países, es un tratado internacional que compromete los firmantes a reducir sus emisiones de gases contaminantes de carbono que aportan al calentamiento global. Pero él fue vicepresidente de una administración que se rehusó a firmarlo. Cualquier ambientalista con un poco de memoria puede recordar eso.

Personalmente, yo no apoyo el Protocolo de Kyoto y creo que los ambientalistas que lo apoyan están en un serio error. El Protocolo compromete 38 países industrializados firmantes a reducir sus emisiones a 5.2% debajo de los niveles emitidos en 1990. Pero tales reducciones son insignificantes frente a lo que se necesita hacer para evitar una catástrofe climática planetaria, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, prestigioso cuerpo de expertos convocado por las Naciones Unidas para estudiar el problema. El Panel determinó que las emisiones se reduzcan hasta bajar a 60% debajo de los niveles de 1990. Un número creciente de ambientalistas progresistas se están dando cuenta de que el Protocolo es una pérdida de tiempo y un obstáculo para las verdaderas soluciones a la crisis.

¡Y por favor, no me digan que "por lo menos es algo"! La situación es demasiado urgente y lo que está en juego es demasiado importante como para uno conformarse con metas insignificantes, como las que propone el Protocolo.

Ustedes se preguntarán por qué el Protocolo propone unas reducciones de emisiones tan diminutas y patéticas. Pues se debe exclusivamente a las presiones que ejercieron el vicepresidente Gore y su comandante, el presidente Bill Clinton. Desde que llegaron al poder en 1993, Clinton y Gore se dedicaron a entorpecer y estorbar las negociaciones internacionales sobre cambio climático, contrario a lo que nos quiere hacer creer Gore en su película. Los negociadores de Kyoto respondieron con pragmatismo, emasculando, diluyendo y eviscerando el Protocolo hasta convertirlo en un triste acuerdo que no puede hacer mella contra el calentamiento global. La esperanza de los negociadores era que esto motivaría a Clinton/Gore a firmar el Protocolo, pero ni eso lograron.

Es por esto que veo mucha deshonestidad en este personaje Gore, héroe de su propia película. Durante sus dos términos como vicepresidente entorpeció y obstruyó la lucha contra el calentamiento global, y ahora le pide a los políticos de su país que hagan lo contrario.


LECTURAS RECOMENDADAS:

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¿Comercio de carbono o justicia climatica?

Inconvenient Truths About the Ozone Man. Al Gore the Environmental Titan?


Democracy or Carbocracy? Intellectual Corruption and the Future of the Climate Debate

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