En memoria del amigo Esteban González
Se me pasó esta fecha. Hace un mes se cumplió un año del fallecimiento del activista Esteban González.
http://www.paginadigital.com/articulos/2004/2004prim/noticias29/142183-4.asp
(Esto lo escribí en 2004)
A la orilla del Río Piedras, un arboretum
Carmelo Ruiz Marrero
CLARIDAD
Mucha gente piensa que la ecología es algo ajeno a las áreas urbanas. Al oír esa palabra, muchos boricuas piensan en El Yunque, Toro Negro o Mona, pero nunca en Guaynabo, Río Piedras o Cupey. Pero aún en los centros urbanos hay comunidades que realizan importantes trabajos de protección ambiental.
Un buen ejemplo es el Arboretum de Cupey, grupo comunitario que desde 1999 ha sembrado unos 2,500 árboles por todo el paisaje cupeyano. Ya no es posible entrar o salir de Cupey sin ver la obra de esta organización. ¡No crean que esas plántulas a lo largo de la avenida Víctor Labiosa las sembró el gobierno!
No es nada difícil para un sanjuanero encontrar la sede del Arboretum, pero es tan modesta que puede pasar desapercibida por cualquier conductor que le pase por el lado. No está rotulada, no tiene edificio, ni cobacha o siquiera un toldo. Es un modesto vivero en un derecho de paso de la Autoridad de Carreteras en la avenida Labiosa, por la entrada a la urbanización San Gerardo, en la vieja carretera 176.
No es un vivero de paisajista ni de agrónomo, donde las plántulas están organizadas en fila india. Más parece un motín de vegetación, una rabiosa revuelta contra el machete y la máquina de cortar grama. Hay un sinnúmero de tiestos con clavellinas, ylang ylang, ausubo, moralón, flamboyán, sauco, roble amarillo y plateado, malagueta, y muchos otros árboles de flores y fragancia, todos ellos creciendo impetuosamente en todas direcciones, todos bajo la sombra benévola de un reina de las flores de quizás treinta pies de alto.
Al otro lado de la calle hay una casa cuyo patio frontal es de aspecto similar. Me fue obvio desde un principio que desde ahí se planifica esta gran batalla de los árboles contra el cemento. No pude evitar pensar en los árboles parlantes de The Lord of the Rings. Ahí vive el señor Esteban González, dedicado e incansable custodio del vivero y uno de los portavoces del Arboretum.
González contó a CLARIDAD acerca de las innumerables dificultades que encuentra en su labor de forestación, desde agencias de gobierno incomprensivas hasta la hostilidad de empresarios que ven el verde como un desperdicio de espacio.
El mes pasado se apareció al amanecer el dueño del solar vecino, junto con dos obreros en ropa de faena.
Nos cuenta González que estaba ordenándoles para que a la mañana siguiente arrasen con todo el vivero y lo metan en un camión para botarlo. González le señaló al individuo que ese es un terreno público y que por lo tanto no podía meter maquinaria a arrasar la vegetación, además la Autoridad de Carreteras sabe del vivero y no tiene ningún problema con él.
De haberse salido con la suya, el individuo hubiera sido obligado a pagarle al Departamento de Recursos Naturales una suma de $5 mil o $10 mil, lo cual González aseguró que ese señor hubiera pagado sin ningún inconveniente. Hasta ahora ni el individuo ni sus empleados han vuelto a aparecer, pero González se sigue levantando todos los días antes del alba para por si vienen no estar desprevenido.
Tras González presentarnos a otros residentes de San Gerardo y voluntarios del Arboretum, nos lleva a la urbanización para enseñarnos el trabajo hecho por la comunidad a las orillas del río Piedras.
La comunidad toma acción
La mayoría de la juventud sanjuanera de hoy no sabe nada de la geografía de su municipio. ¿Cuántos estudiantes de secundaria o universitarios saben que hay un río Piedras? De los que sí saben, ¿Cuántos saben por dónde pasa? ¿Cuántos pueden decir exactamente dónde pasa el río bajo las avenidas Las Cumbres, Winston Churchill, Lomas Verdes, Piñero y Roosevelt y los expresos Ferré, Las Américas y De Diego?
Llegamos a la ribera del río y encontramos un magnífico trabajo de ornato hecho por los propios vecinos. Lo que era antes un repelente pastizal lleno de chatarra es hoy una especie de paseo lineal, donde residentes de la urbanización con el sudor de su frente han dado rienda suelta a su creatividad e individualidad sembrando árboles y plantas ornamentales y dándoles minucioso mantenimiento. "Esto es más bonito que el Jardín Botánico", nos dice orgulloso González.
Pero la comunidad teme que este espacio de solaz y ecología urbana sea arrasado para hacer walk-ups.
Después de todo, la ribera es un espacio público y un día de estos el gobierno puede coger y venderla a un proyectista. ¿Que es ilegal construir a menos de diez metros de un río? Cuando uno mira cómo se construye en este país, uno diría que ni los constructores ni las agencias de gobierno se han enterado de esa prohibición. Río arriba está la quebrada Chiclana, enterrada bajo un proyecto de urbanización, y río abajo el adefesio del Fondo del Seguro del Estado, monumento a la corrupción y a la cobardía de las agencias de gobierno que no detuvieron su construcción cuando pudieron hacerlo.
Para proteger esta y otras importantes áreas verdes de Cupey, el Arboretum apoya el Proyecto del Senado #2414, el cual enmendaría la ley de 2003 que crea el Corredor Ecológico de San Juan. Las enmiendas añadirían al Corredor un Ramal Sur, que incluiría la ribera del río Piedras hasta la altura de la avenida Las Cumbres (al lado del centro comercial Los Paseos), la quebrada Ausubo, que pasa paralela a la avenida Labiosa, y las quebradas Guaracanal, Los Guanos y Las Curías.
El proyecto #2414 tiene el apoyo de la Fundación Enrique Martí Coll, Amigos del Mar, los clubes de ecología de los colegios San José y Perpetuo Socorro, Caborrojeños Pro Salud y Ambiente, Amigos del Río Guaynabo, Fundación Surf Rider y muchas organizaciones más. Además, la gran mayoría de los residentes de San Gerardo, Villa Olga, Sagrado Corazón, Los Paseos, Crown Hills, El Dorado y La Arboleda expresaron su apoyo al ser encuestados.
Según Pablo Calero, presidente de la Alianza Pro Corredor Ecológico de San Juan, "las zonas que se pretenden proteger constituyen un elemento integrador que permite un balance entre la conservación ambiental, el mejoramiento económico y la participación ciudadana. Representa una valiosa contribución el proceso de alcanzar comunidades sostenibles."
"Este proyecto de aprobarse sería el comienzo para poder empezar a salvar las pocas áreas verdes de la región, al igual que preservar el recurso agua, tan vital para la sobrevivencia de toda la fauna y de nuestra sociedad", expresó el doctor Basilio Santiago, portavoz del Arboretum, en una ponencia al Senado el mes pasado.
http://www.paginadigital.com/articulos/2004/2004prim/noticias29/142183-4.asp
(Esto lo escribí en 2004)
El Arboretum de Cupey es un bosque ripario que protege al Río Piedas y varias de sus quebradas tributarias Ausubo, Las Curias y Los Guanos. (fotos suministradas) http://revistaatabey.com/blog/2012/05/28/arboretum-de-cupey-rescata-sus-terrenos-de-vertedero-y-estacionamiento-clandestino/
A la orilla del Río Piedras, un arboretum
Carmelo Ruiz Marrero
CLARIDAD
Mucha gente piensa que la ecología es algo ajeno a las áreas urbanas. Al oír esa palabra, muchos boricuas piensan en El Yunque, Toro Negro o Mona, pero nunca en Guaynabo, Río Piedras o Cupey. Pero aún en los centros urbanos hay comunidades que realizan importantes trabajos de protección ambiental.
Un buen ejemplo es el Arboretum de Cupey, grupo comunitario que desde 1999 ha sembrado unos 2,500 árboles por todo el paisaje cupeyano. Ya no es posible entrar o salir de Cupey sin ver la obra de esta organización. ¡No crean que esas plántulas a lo largo de la avenida Víctor Labiosa las sembró el gobierno!
No es nada difícil para un sanjuanero encontrar la sede del Arboretum, pero es tan modesta que puede pasar desapercibida por cualquier conductor que le pase por el lado. No está rotulada, no tiene edificio, ni cobacha o siquiera un toldo. Es un modesto vivero en un derecho de paso de la Autoridad de Carreteras en la avenida Labiosa, por la entrada a la urbanización San Gerardo, en la vieja carretera 176.
No es un vivero de paisajista ni de agrónomo, donde las plántulas están organizadas en fila india. Más parece un motín de vegetación, una rabiosa revuelta contra el machete y la máquina de cortar grama. Hay un sinnúmero de tiestos con clavellinas, ylang ylang, ausubo, moralón, flamboyán, sauco, roble amarillo y plateado, malagueta, y muchos otros árboles de flores y fragancia, todos ellos creciendo impetuosamente en todas direcciones, todos bajo la sombra benévola de un reina de las flores de quizás treinta pies de alto.
Al otro lado de la calle hay una casa cuyo patio frontal es de aspecto similar. Me fue obvio desde un principio que desde ahí se planifica esta gran batalla de los árboles contra el cemento. No pude evitar pensar en los árboles parlantes de The Lord of the Rings. Ahí vive el señor Esteban González, dedicado e incansable custodio del vivero y uno de los portavoces del Arboretum.
González contó a CLARIDAD acerca de las innumerables dificultades que encuentra en su labor de forestación, desde agencias de gobierno incomprensivas hasta la hostilidad de empresarios que ven el verde como un desperdicio de espacio.
El mes pasado se apareció al amanecer el dueño del solar vecino, junto con dos obreros en ropa de faena.
Nos cuenta González que estaba ordenándoles para que a la mañana siguiente arrasen con todo el vivero y lo metan en un camión para botarlo. González le señaló al individuo que ese es un terreno público y que por lo tanto no podía meter maquinaria a arrasar la vegetación, además la Autoridad de Carreteras sabe del vivero y no tiene ningún problema con él.
De haberse salido con la suya, el individuo hubiera sido obligado a pagarle al Departamento de Recursos Naturales una suma de $5 mil o $10 mil, lo cual González aseguró que ese señor hubiera pagado sin ningún inconveniente. Hasta ahora ni el individuo ni sus empleados han vuelto a aparecer, pero González se sigue levantando todos los días antes del alba para por si vienen no estar desprevenido.
Tras González presentarnos a otros residentes de San Gerardo y voluntarios del Arboretum, nos lleva a la urbanización para enseñarnos el trabajo hecho por la comunidad a las orillas del río Piedras.
La comunidad toma acción
La mayoría de la juventud sanjuanera de hoy no sabe nada de la geografía de su municipio. ¿Cuántos estudiantes de secundaria o universitarios saben que hay un río Piedras? De los que sí saben, ¿Cuántos saben por dónde pasa? ¿Cuántos pueden decir exactamente dónde pasa el río bajo las avenidas Las Cumbres, Winston Churchill, Lomas Verdes, Piñero y Roosevelt y los expresos Ferré, Las Américas y De Diego?
Llegamos a la ribera del río y encontramos un magnífico trabajo de ornato hecho por los propios vecinos. Lo que era antes un repelente pastizal lleno de chatarra es hoy una especie de paseo lineal, donde residentes de la urbanización con el sudor de su frente han dado rienda suelta a su creatividad e individualidad sembrando árboles y plantas ornamentales y dándoles minucioso mantenimiento. "Esto es más bonito que el Jardín Botánico", nos dice orgulloso González.
Pero la comunidad teme que este espacio de solaz y ecología urbana sea arrasado para hacer walk-ups.
Después de todo, la ribera es un espacio público y un día de estos el gobierno puede coger y venderla a un proyectista. ¿Que es ilegal construir a menos de diez metros de un río? Cuando uno mira cómo se construye en este país, uno diría que ni los constructores ni las agencias de gobierno se han enterado de esa prohibición. Río arriba está la quebrada Chiclana, enterrada bajo un proyecto de urbanización, y río abajo el adefesio del Fondo del Seguro del Estado, monumento a la corrupción y a la cobardía de las agencias de gobierno que no detuvieron su construcción cuando pudieron hacerlo.
Para proteger esta y otras importantes áreas verdes de Cupey, el Arboretum apoya el Proyecto del Senado #2414, el cual enmendaría la ley de 2003 que crea el Corredor Ecológico de San Juan. Las enmiendas añadirían al Corredor un Ramal Sur, que incluiría la ribera del río Piedras hasta la altura de la avenida Las Cumbres (al lado del centro comercial Los Paseos), la quebrada Ausubo, que pasa paralela a la avenida Labiosa, y las quebradas Guaracanal, Los Guanos y Las Curías.
El proyecto #2414 tiene el apoyo de la Fundación Enrique Martí Coll, Amigos del Mar, los clubes de ecología de los colegios San José y Perpetuo Socorro, Caborrojeños Pro Salud y Ambiente, Amigos del Río Guaynabo, Fundación Surf Rider y muchas organizaciones más. Además, la gran mayoría de los residentes de San Gerardo, Villa Olga, Sagrado Corazón, Los Paseos, Crown Hills, El Dorado y La Arboleda expresaron su apoyo al ser encuestados.
Según Pablo Calero, presidente de la Alianza Pro Corredor Ecológico de San Juan, "las zonas que se pretenden proteger constituyen un elemento integrador que permite un balance entre la conservación ambiental, el mejoramiento económico y la participación ciudadana. Representa una valiosa contribución el proceso de alcanzar comunidades sostenibles."
"Este proyecto de aprobarse sería el comienzo para poder empezar a salvar las pocas áreas verdes de la región, al igual que preservar el recurso agua, tan vital para la sobrevivencia de toda la fauna y de nuestra sociedad", expresó el doctor Basilio Santiago, portavoz del Arboretum, en una ponencia al Senado el mes pasado.
Etiquetas: Carmelo, Cupey, esp, Esteban González, Puerto Rico
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