Artículo que escribí sobre la "revitalización" de Santurce hace más de diez años
LA IMPLOSION DE SANTURCE
Carmelo Ruiz Marrero
- Publicado en Claridad el 10 de julio de 2003
Numerosos ambientalistas y planificadores, incluyendo renombrados expertos como José Molinelli y Hermenegildo Ortiz, han estado exhortándole al gobierno y a desarrolladores que desistan del desparramamiento que está extendiendo la mole de cemento del área metropolitana en todas direcciones. Mil y una veces han pedido políticas de planificación que favorezcan la densificación de nuestros centros urbanos para que vuelvan a ser lugares atractivos para vivir.
Pues parece que el gobierno y los grandes intereses han acogido la propuesta de la densificación urbana y piensan llevarla a cabo a su manera: botando a los pobres, negros y dominicanos de sus barriadas para darle paso a cachendosas megatiendas, centros de entretenimiento y costosos condominios.
El gobierno de Puerto Rico tiene la intención de transformar a Santurce en precisamente eso y para lograrlo se dispone a añadirle 640 mil pies cuadrados de espacio de comercio. La propuesta específica viene de la firma estadounidense Gibbs Planning Group, la cual Fomento Comercial encomendó el año pasado para determinar qué hacer con Santurce.
El poner firmas de consultoría extranjeras a trazarnos nuestro futuro económico no es ninguna anomalía. Ya la semana pasada les informamos que la administración de Sila Calderón puso el Proyecto 2025, en el que se determinan las metas económicas de Puerto Rico para el año 2025, en manos de la firma estadounidense A.T. Kearney.
Lo que propone Gibbs para Santurce debe hacerle la boca agua a los especuladores de bienes raíces y los magnates de la construcción. Los 640 mil pies cuadrados ya aludidos estarán concentrados en dos grandes centros, o sea que no veremos la avenida Ponce de León poblada de vistosas tiendas con sus vitrinas como en antaño. Uno de estos centros será para los ricos y otro... para los que no lo somos.
El de los ricos será cerca del Centro de Bellas Artes y el edificio Centro Europa. Los consultores recomiendan que ahí se establezca una tienda por departamentos “clase A” de unos 160 mil pies cuadrados, y que sea de una cadena que todavía no haya llegado a Puerto Rico. Nombraron como candidatos favorables a las cadenas Nordstrom y Saks Fifth Avenue.
El pasado 9 de junio (2003) El Nuevo Día publicó un artículo sobre la propuesta de Gibbs. Lo que tiene que decir del centro “clase A” para ricos es sumamente revelador:
El siguiente párrafo es mejor aún:
“Señala que este centro no debe convertirse en una proliferación de mueblerías ni de joyerías. Tampoco debe ser un sitio para cadenas de descuento, como Marshall’s, One Price Clothing o Capri." Las tiendas que recomienda Gibbs son las llamadas cadenas ‘upscale’ que atienden clientela adinerada, como Eddie Bauer, Smith & Hawken y Pier 1.
Dicho de otro modo: ‘No queremos inmigrantes dominicanos o negros de la barriada por aquí’.
El segundo centro de comercio, de 293 mil pies cuadrados, estará ubicado próximo a la parada 26, al lado de la estación del Tren Urbano, y se recomienda para éste una megatienda, posiblemente un Wal-Mart, de 110 mil pies cuadrados. Habría también una tienda Home Depot, o de algún competidor, de 125 mil pies cuadrados. Y encima de todo eso, un supermercado Amigo o Grande, o convertir el Wal-Mart en un Supercenter como el de Cayey. Este segundo centro será para consumidores de ‘ingresos moderados’, que en el argot eufemístico de los planificadores significa en realidad ‘pobres y negros de la barriada y el residencial’.
Organizaciones como la Asociación de Residentes de Miramar, Pro Rescate Viejo San Juan y el Centro Unido de Detallistas (CUD) están en pie de guerra contra estos planes para Santurce y sonando la alarma.
“Por Mal Camino” vamos
El informe de Gibbs parece ser una promoción de las megatiendas, según Carlos Declet, abogado del CUD. Declet y el CUD ambos han sido férreos opositores de la expansión de megatiendas como Wal-Mart en Puerto Rico. Dice Declet que lo que se planea para Santurce dista de lo que debe ser la revitalización de las ciudades y oficializa el sector de las megatiendas como modelo económico del país.
“En investigaciones que llevamos a cabo recientemente, hemos descubierto un patrón de desarrollo para la zona que contiene las características del concepto de gentrificación”, declaró el pintor Jaime Altieri, portavoz de Pro Rescate Viejo San Juan. “Este es un concepto de desarrollo que resulta ser la antítesis de los modelos más saludables en la planificación. Es un proceso de elitización urbana si es que lo podemos traducir así. Se construyen megaproyectos en torno a los centros urbanos para estrangular los comercios locales y ocasionar la migración de sus pobladores.”
Altieri puntualizó que la gentrificación crea un espacio para la especulación y compra de lotes donde desarrollar proyectos exclusivos para clases sociales pudientes, lo cual va en contra de la política pública y principios de planificación de densificar aplicando el concepto de "ingresos mixtos".
“En Puerto Rico se ha tratado de encasillar a los movimientos ambientales y a sus líderes, en un esfuerzo contrario al desarrollo económico del país”, dijo Altieri. “Nada más lejos de la realidad, puesto que sólo pretendemos dirigir dicho desarrollo a uno sustentable y en beneficio de toda la población; no sólo de un sector particular como pretende ignorantemente el sector de la construcción.”
Expresó que en el futuro se hará evidente que hoy vamos “Por Mal Camino”, en referencia a la consgina publicitaria del gobierno de Calderón. “De no desarrollarse un plan integral para el desarrollo urbano de toda la isla y determinarse a través de un plan de usos de terrenos concienzudamente implantado para preveer el conservar recursos para generaciones futuras; estaremos cerca de hacer de nuestra isla una inhabitable. Entonces ciertamente veremos a los movimientos ambientales bajo otro crisol.”
Pues parece que el gobierno y los grandes intereses han acogido la propuesta de la densificación urbana y piensan llevarla a cabo a su manera: botando a los pobres, negros y dominicanos de sus barriadas para darle paso a cachendosas megatiendas, centros de entretenimiento y costosos condominios.
El gobierno de Puerto Rico tiene la intención de transformar a Santurce en precisamente eso y para lograrlo se dispone a añadirle 640 mil pies cuadrados de espacio de comercio. La propuesta específica viene de la firma estadounidense Gibbs Planning Group, la cual Fomento Comercial encomendó el año pasado para determinar qué hacer con Santurce.
El poner firmas de consultoría extranjeras a trazarnos nuestro futuro económico no es ninguna anomalía. Ya la semana pasada les informamos que la administración de Sila Calderón puso el Proyecto 2025, en el que se determinan las metas económicas de Puerto Rico para el año 2025, en manos de la firma estadounidense A.T. Kearney.
Lo que propone Gibbs para Santurce debe hacerle la boca agua a los especuladores de bienes raíces y los magnates de la construcción. Los 640 mil pies cuadrados ya aludidos estarán concentrados en dos grandes centros, o sea que no veremos la avenida Ponce de León poblada de vistosas tiendas con sus vitrinas como en antaño. Uno de estos centros será para los ricos y otro... para los que no lo somos.
El de los ricos será cerca del Centro de Bellas Artes y el edificio Centro Europa. Los consultores recomiendan que ahí se establezca una tienda por departamentos “clase A” de unos 160 mil pies cuadrados, y que sea de una cadena que todavía no haya llegado a Puerto Rico. Nombraron como candidatos favorables a las cadenas Nordstrom y Saks Fifth Avenue.
El pasado 9 de junio (2003) El Nuevo Día publicó un artículo sobre la propuesta de Gibbs. Lo que tiene que decir del centro “clase A” para ricos es sumamente revelador:
Gibbs aclara que este concepto de comercio y entretenimiento es viable en Santurce, pero sólo si los negocios que se establezcan allí son únicos en el área y apelan tanto a los nuevos residentes de apartamentos como a turistas y a los visitantes que puedan llegar de otros municipios.
El siguiente párrafo es mejor aún:
“Señala que este centro no debe convertirse en una proliferación de mueblerías ni de joyerías. Tampoco debe ser un sitio para cadenas de descuento, como Marshall’s, One Price Clothing o Capri." Las tiendas que recomienda Gibbs son las llamadas cadenas ‘upscale’ que atienden clientela adinerada, como Eddie Bauer, Smith & Hawken y Pier 1.
Dicho de otro modo: ‘No queremos inmigrantes dominicanos o negros de la barriada por aquí’.
El segundo centro de comercio, de 293 mil pies cuadrados, estará ubicado próximo a la parada 26, al lado de la estación del Tren Urbano, y se recomienda para éste una megatienda, posiblemente un Wal-Mart, de 110 mil pies cuadrados. Habría también una tienda Home Depot, o de algún competidor, de 125 mil pies cuadrados. Y encima de todo eso, un supermercado Amigo o Grande, o convertir el Wal-Mart en un Supercenter como el de Cayey. Este segundo centro será para consumidores de ‘ingresos moderados’, que en el argot eufemístico de los planificadores significa en realidad ‘pobres y negros de la barriada y el residencial’.
Organizaciones como la Asociación de Residentes de Miramar, Pro Rescate Viejo San Juan y el Centro Unido de Detallistas (CUD) están en pie de guerra contra estos planes para Santurce y sonando la alarma.
“Por Mal Camino” vamos
El informe de Gibbs parece ser una promoción de las megatiendas, según Carlos Declet, abogado del CUD. Declet y el CUD ambos han sido férreos opositores de la expansión de megatiendas como Wal-Mart en Puerto Rico. Dice Declet que lo que se planea para Santurce dista de lo que debe ser la revitalización de las ciudades y oficializa el sector de las megatiendas como modelo económico del país.
“En investigaciones que llevamos a cabo recientemente, hemos descubierto un patrón de desarrollo para la zona que contiene las características del concepto de gentrificación”, declaró el pintor Jaime Altieri, portavoz de Pro Rescate Viejo San Juan. “Este es un concepto de desarrollo que resulta ser la antítesis de los modelos más saludables en la planificación. Es un proceso de elitización urbana si es que lo podemos traducir así. Se construyen megaproyectos en torno a los centros urbanos para estrangular los comercios locales y ocasionar la migración de sus pobladores.”
Altieri puntualizó que la gentrificación crea un espacio para la especulación y compra de lotes donde desarrollar proyectos exclusivos para clases sociales pudientes, lo cual va en contra de la política pública y principios de planificación de densificar aplicando el concepto de "ingresos mixtos".
“En Puerto Rico se ha tratado de encasillar a los movimientos ambientales y a sus líderes, en un esfuerzo contrario al desarrollo económico del país”, dijo Altieri. “Nada más lejos de la realidad, puesto que sólo pretendemos dirigir dicho desarrollo a uno sustentable y en beneficio de toda la población; no sólo de un sector particular como pretende ignorantemente el sector de la construcción.”
Expresó que en el futuro se hará evidente que hoy vamos “Por Mal Camino”, en referencia a la consgina publicitaria del gobierno de Calderón. “De no desarrollarse un plan integral para el desarrollo urbano de toda la isla y determinarse a través de un plan de usos de terrenos concienzudamente implantado para preveer el conservar recursos para generaciones futuras; estaremos cerca de hacer de nuestra isla una inhabitable. Entonces ciertamente veremos a los movimientos ambientales bajo otro crisol.”
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