martes, mayo 10, 2005



I Encuentro Nacional de Experiencias
Campesinas de Mercados Ecológicos Locales
Encuentro campesino con olor a tierra

Foro Agricultura y Comercio
Primer Encuentro Nacional de Experiencias Campesinas de Mercados
Agroecológicos Locales.
3 al 5 de marzo, Málaga, Santander, Colombia

Por: Tatiana Roa Avendaño – Censat Agua Viva –Amigos de la Tierra Colombia
Colombia, marzo 2005

Los debates diarios abordaron temas como las negociaciones y acuerdos de libre comercio que se están dando en el marco del Tratado de Libre Comercio Andino con los Estados Unidos, del ALCA y de la OMC; se habló acerca del significado de la política nacional gubernamental de impulso a las cadenas productivas; se discutió sobre las amenazas que implican los agronegocios y los mercados verdes para la exportación promovidos desde las instituciones financieras internacionales y las transnacionales; se platicó sobre el interés de las multinacionales de introducir los productos limpios a su rutina, pensados no como la posibilidad de construir procesos de sustentabilidad alimentaria en las comunidades rurales sino como otra opción de acumular, ahora con el animo de satisfacer a consumidores de altos ingresos en detrimento de la diversidad y la soberanía alimentaria de los pueblos locales.

Los debates fueron sinceros, profundos, tocaron temas vitales como la amenaza que se ciernen sobre las semillas y el conocimiento tradicional, seriamente afectado con tales negociaciones que podrían arrasar las economías campesinas y desplazar a millones de pequeños agricultores a las ciudades.

En este encuentro no podía faltar el debate sobre la certificación promovida por entidades nacionales e internacionales. Los testimonios de los agricultores evidenciaron que la certificación institucional pasa por encima de las organizaciones de agricultores familiares, en muchos casos con serios condicionamientos e imposiciones, negándoles la existencia de opciones de credibilidad con fundamentos comunitarios, es decir, más que una alternativa para campesinos y campesinas agroecológicas se convirtió en un mecanismo de dominación. Algunos resaltaron que la certificación no contempla la justicia social porque no garantiza condiciones de vida y trabajo dignas para los obreros y los empleados de las grandes plantaciones orgánicas.

Tan variados como los productos lo fueron las experiencias compartidas, entre tantas llamo la atención la de la certificación comunitaria de Asprocig, basada en criterios construidos de manera autónoma sobre el concepto de las espirales agroecológicas, que más que un mecanismo de control es un proceso pedagógico que permite a sus afiliados crecer a través de su propia experiencia agroecológica.

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