COMUNICADO DE PRENSA INTERNACIONAL
- 21 de Setiembre: Día Internacional contra los monocultivos de árboles
- 21 de Setiembre: Día Internacional contra los monocultivos de árboles
En muchos países del Sur se vienen abriendo paso rápidamente las plantaciones de monocultivos de árboles, provocando severos impactos sobre las comunidades locales así como también sobre el ambiente.
En el año 2004, a partir de una iniciativa de la “Red contra el Desierto Verde” de Brasil, que tiene una larga historia de resistencia a las plantaciones forestales, se escogió el 21 de setiembre, día nacional del árbol, como una fecha significativa para conmemorar a nivel internacional la lucha contra los monocultivos forestales.
A pesar de las innumerables denuncias de los impactos de estas plantaciones, los gobiernos continúan promoviendo planes de forestación consistentes en un paquete de medidas legislativas que promueven las plantaciones a gran escala, en particular a través de subsidios, exoneraciones tributarias, créditos blandos, concesiones de tierras u otros mecanismos de promoción.
Dichas políticas están siendo crecientemente cuestionadas por organizaciones y comunidades de las áreas afectadas y lo que sigue son opiniones de algunos representantes de Africa, Asia y América Latina en el marco de este tercer Día Internacional contra los monocultivos de árboles.
Soumitra Ghosh, de la organización NESPON y del Foro Nacional de Pueblos del Bosque y Trabajadores Forestales dice: “India tiene una larga experiencia de monocultivos de árboles que han destruido bosques y praderas y los medios de vida de la gente. No queremos más monocultivos y exigimos que el gobierno no haga ningún intento de entregar tierras boscosas a empresas para la plantación de más pinos o eucaliptos. Estos monocultivos deben ser prohibidos en todos lados”.
“La expansión de plantaciones industriales de árboles que está siendo actualmente promovida por el gobierno de Sudáfrica en la provincia de El Cabo no beneficiará a las comunidades locales. Por el contrario, solo traerá más sufrimiento a esta ya empobrecida y marginalizada región”, dijo Wally Menne, presidente de la Coalición Timberwatch. Concluyó diciendo que “el gobierno sudafricano debe revertir su decisión de promover la expansión de plantaciones insustentables de árboles y más bien debería asistir a las comunidades rurales con proyectos sustentables tales como producción orgánica de alimentos, turismo e industria a pequeña escala, que realmente ayudarían a asegurar su bienestar a largo plazo y su autosustentación.
En el caso de Chile Lucio Cuenca, Director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales afirmó “que si el Gobierno efectivamente quiere que la gente crea su slogan de ‘Gobierno Ciudadano’ deberá primero que nada eliminar las leyes de la dictadura que han servido para enriquecer aún más a los ricos y que hasta el día de hoy continúan vigentes, como el Decreto Ley 701 de subsidio a la forestación, los créditos especiales para realizar las plantaciones y la eliminación de tributaciones”. Cuenca también denunció que las empresas han logrado manejar nuevas estrategias para que órganos del Estado entreguen aun mayores cantidades de fondos públicos para la promoción de plantaciones y concluyó diciendo que “La sociedad cada vez más empobrecida está subsidiando a las enriquecidas empresas; eso no es gobierno ciudadano”.
Indonesia tiene una larga historia de destrucción de bosques para su sustitución por plantaciones a gran escala de palma aceitera y árboles para celulosa. Rully Syumanda, de WALHI/Amigos de la Tierra enfatiza que “la introducción de plantaciones de palma aceitera se ha hecho a expensas del bosque y de los derechos de los pueblos que allí habitan y han empobrecido a las comunidades locales. El tema central es entonces que la legislación nacional reconozca el derecho de los pueblos indígenas sobre la tierra y que el derecho al consentimiento libre, previo e informado permita a las comunidades aceptar o rechazar plantaciones en sus tierras”.
En el caso de Brasil, Carla Villanova, integrante de Amigos de la Tierra, manifestó que “teniendo en cuenta los impactos negativos de la experiencia de plantaciones en otras partes de Brasil, nos oponemos totalmente a los planes de apoyo a las empresas de plantaciones por parte del Gobierno Estadual y Federal”. Agregó que “lo que se necesita no es apoyar a estas grandes empresas, sino que el gobierno apoye otras alternativas productivas que beneficien a quienes realmente lo necesitan”.
“A lo largo y ancho de los países del Sur, los pueblos están luchando contra estas plantaciones a gran escala”, afirmó Ricardo Carrere, coordinador internacional del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales. “En este nuevo Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles, exigimos que los gobiernos pongan fin a la promoción de este tipo de plantaciones social y ambientalmente destructivas y que en su lugar apoyen los esfuerzos de las comunidades locales para mejorar su calidad de vida en armonía con su medio ambiente”, concluyó.
En el año 2004, a partir de una iniciativa de la “Red contra el Desierto Verde” de Brasil, que tiene una larga historia de resistencia a las plantaciones forestales, se escogió el 21 de setiembre, día nacional del árbol, como una fecha significativa para conmemorar a nivel internacional la lucha contra los monocultivos forestales.
A pesar de las innumerables denuncias de los impactos de estas plantaciones, los gobiernos continúan promoviendo planes de forestación consistentes en un paquete de medidas legislativas que promueven las plantaciones a gran escala, en particular a través de subsidios, exoneraciones tributarias, créditos blandos, concesiones de tierras u otros mecanismos de promoción.
Dichas políticas están siendo crecientemente cuestionadas por organizaciones y comunidades de las áreas afectadas y lo que sigue son opiniones de algunos representantes de Africa, Asia y América Latina en el marco de este tercer Día Internacional contra los monocultivos de árboles.
Soumitra Ghosh, de la organización NESPON y del Foro Nacional de Pueblos del Bosque y Trabajadores Forestales dice: “India tiene una larga experiencia de monocultivos de árboles que han destruido bosques y praderas y los medios de vida de la gente. No queremos más monocultivos y exigimos que el gobierno no haga ningún intento de entregar tierras boscosas a empresas para la plantación de más pinos o eucaliptos. Estos monocultivos deben ser prohibidos en todos lados”.
“La expansión de plantaciones industriales de árboles que está siendo actualmente promovida por el gobierno de Sudáfrica en la provincia de El Cabo no beneficiará a las comunidades locales. Por el contrario, solo traerá más sufrimiento a esta ya empobrecida y marginalizada región”, dijo Wally Menne, presidente de la Coalición Timberwatch. Concluyó diciendo que “el gobierno sudafricano debe revertir su decisión de promover la expansión de plantaciones insustentables de árboles y más bien debería asistir a las comunidades rurales con proyectos sustentables tales como producción orgánica de alimentos, turismo e industria a pequeña escala, que realmente ayudarían a asegurar su bienestar a largo plazo y su autosustentación.
En el caso de Chile Lucio Cuenca, Director del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales afirmó “que si el Gobierno efectivamente quiere que la gente crea su slogan de ‘Gobierno Ciudadano’ deberá primero que nada eliminar las leyes de la dictadura que han servido para enriquecer aún más a los ricos y que hasta el día de hoy continúan vigentes, como el Decreto Ley 701 de subsidio a la forestación, los créditos especiales para realizar las plantaciones y la eliminación de tributaciones”. Cuenca también denunció que las empresas han logrado manejar nuevas estrategias para que órganos del Estado entreguen aun mayores cantidades de fondos públicos para la promoción de plantaciones y concluyó diciendo que “La sociedad cada vez más empobrecida está subsidiando a las enriquecidas empresas; eso no es gobierno ciudadano”.
Indonesia tiene una larga historia de destrucción de bosques para su sustitución por plantaciones a gran escala de palma aceitera y árboles para celulosa. Rully Syumanda, de WALHI/Amigos de la Tierra enfatiza que “la introducción de plantaciones de palma aceitera se ha hecho a expensas del bosque y de los derechos de los pueblos que allí habitan y han empobrecido a las comunidades locales. El tema central es entonces que la legislación nacional reconozca el derecho de los pueblos indígenas sobre la tierra y que el derecho al consentimiento libre, previo e informado permita a las comunidades aceptar o rechazar plantaciones en sus tierras”.
En el caso de Brasil, Carla Villanova, integrante de Amigos de la Tierra, manifestó que “teniendo en cuenta los impactos negativos de la experiencia de plantaciones en otras partes de Brasil, nos oponemos totalmente a los planes de apoyo a las empresas de plantaciones por parte del Gobierno Estadual y Federal”. Agregó que “lo que se necesita no es apoyar a estas grandes empresas, sino que el gobierno apoye otras alternativas productivas que beneficien a quienes realmente lo necesitan”.
“A lo largo y ancho de los países del Sur, los pueblos están luchando contra estas plantaciones a gran escala”, afirmó Ricardo Carrere, coordinador internacional del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales. “En este nuevo Día Internacional contra los Monocultivos de Árboles, exigimos que los gobiernos pongan fin a la promoción de este tipo de plantaciones social y ambientalmente destructivas y que en su lugar apoyen los esfuerzos de las comunidades locales para mejorar su calidad de vida en armonía con su medio ambiente”, concluyó.
Por información adicional o entrevistas, favor contactar:
Movimiento Mundial por los Bosques
Secretariado Internacional
Tel: + 598 2 4132989
Fax: + 598 2 4100985
wrm@wrm.org.uy
www.wrm.org.uy
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