viernes, noviembre 09, 2007

Nunca es triste la verdad

Si la Asociación de Constructores de Hogares verdaderamente desea un debate serio sobre el calentamiento global, ¿por qué traen a una persona con el historial del Dr. Patrick Michaels?

Los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático publicados este año, fueron escritos por más de 800 científicos y revisados por otros 2,500, provenientes de 130 naciones.

Por Marian González / mariannatural@gmail.com / El Nuevo Día / 4 noviembre

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.
Joan Manuel Serrat

Hace pocos días se celebró la convención anual de la Asociación de Constructores de Hogares de Puerto Rico, ACH. Leí con mucho entusiasmo que el tema del calentamiento global sería parte importante de la agenda. Luego de múltiples eventos durante los pasados meses que confirman cada vez con mayor certeza la necesidad apremiante de tomar acciones contundentes en cuanto a este fenómeno que nos amenaza, reconocemos la aportación que puede hacer ese sector de nuestra economía en este tema.

La reciente concesión del Premio Nobel de la Paz al vicepresidente Al Gore y al Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (IPCC por sus siglas en inglés) es un ejemplo claro de la importancia que se le está dando al asunto del calentamiento global a nivel mundial.

Al revisar la agenda de la convención de la ACH , me topo con el nombre del orador invitado, el Dr. Patrick Michaels. Hoy día es tanta la información disponible que, por un lado, se nos hace fácil conocer sobre los antecedentes de científicos reconocidos; por el otro, debemos ser cuidadosos sobre la veracidad de esa información, precisamente por estar tan al alcance de todos y por ser tan vasta. Al revisar las referencias del doctor Michaels, encontré múltiples artículos en los que primero se le identifica como “cuestionador del cambio climático”. Luego se ponen en entredicho su seriedad y, más aún, sus motivaciones para levantar interrogantes sobre el cambio climático.

La revista Newsweek, en su edición del pasado 13 de agosto, presenta un artículo titulado ‘Global Warming is a Hoax’. Este muestra un cuadro abarcador del historial de aquellos a los que no les conviene el calentamiento global y sus esfuerzos para descarrilar la búsqueda de alternativas a este. El artículo expone que desde los años 80 existe un esfuerzo bien coordinado y con acceso a gran cantidad de fondos establecido, precisamente, para crear dudas sobre la autenticidad del cambio climático. Lo compara con los esfuerzos que llevó a cabo la industria del tabaco para contrarrestar los estudios que vinculan el cigarrillo al cáncer. Este movimiento es particularmente fuerte en Estados Unidos, donde existen grupos como el Global Climate Coalition y el Information Council on the Environment, dedicados a ello. Grupos que cabildean en contra de que Estados Unidos se una al Protocolo de Kioto.

No creo que sea casualidad que Newsweek señale como uno de los líderes de estos esfuerzos al Dr. Patrick Michaels, el invitado de la Asociación de Constructores de Hogares. La industria del carbón le pagó a Michaels por publicar una revista llamada World Climate Report, dedicada a desprestigiar la ciencia climatológica que hoy acepta la inmensa mayoría de los científicos.

Por otro lado, Harper’s Magazine reportó en 1995 que el doctor Michaels recibió más de $115,000 de la industria petrolera y energética. Además, en 2006 recibió $100,000 de otras industrias relacionadas al carbón. Michaels es consultor del George C. Marshall Institute y del Cato Institute. Ambas organizaciones reciben fondos de Exxon Mobil y otras compañías productoras de petróleo.

Los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático publicados este año, en cambio, fueron escritos por más de 800 científicos y revisados por otros 2,500, provenientes de 130 naciones. Para colmo, las conclusiones del IPCC se consideran conservadoras y se cree que los efectos del calentamiento global serán más serios que los anticipados.

Según un artículo publicado el 23 de octubre de 2007 por el diario El País de España, los últimos datos recopilados por el IPCC como parte de su cuarto informe -ya listo para debate y aprobación en Valencia el mes entrante- “apenas dejan un resquicio de duda sobre estos efectos (del calentamiento global)”. “Los datos registrados demuestran que la temperatura media de la superficie de la Tierra ha subido 0.74 grados centígrados en los últimos cien años; que los hielos árticos han retrocedido entre un 2.7% y un 3.3% por década desde 1978 (7.4% al final del verano) y que el nivel del mar sube 1.8 milímetros al año desde 1961 hasta ahora ( 3.1 milímetros anuales desde 1993)”, dice el artículo.

La situación en Puerto Rico

En Puerto Rico, de igual modo, existen investigaciones publicadas sobre el tema. Es interesante señalar los estudios llevados a cabo por los herpetólogos Rafael Joglar y Patricia Burrowes sobre los anfibios. Los anfibios son bioindicadores, lo que significa que nos brindan información sobre el estado del ambiente en el que viven. Ejercen una función similar a la de los canarios en las minas. Dan el primer aviso cuando algo anda mal.

Numerosos investigadores alrededor del mundo monitorean el estado de las poblaciones de anfibios para conocer la condición del ambiente en que se encuentran. De hecho, han encontrado que un tercio de los anfibios que viven en las áreas estudiadas se encuentra amenazado y que alrededor de 200 especies han desaparecido.

En nuestra isla el coquí palmeado no se ha encontrado desde 1976, el coquí dorado desde 1981 y el coquí de Eneida desde 1990. Se presume que los tres están extintos. Explican los estudiosos que existe una relación entre los cambios en las poblaciones de anfibios y los aumentos en temperatura, eventos de sequía extrema y la existencia de hongos, los cuales resultan letales en las condiciones climatológicas actuales para los coquíes. Estos tres factores están asociados al cambio climático.

Me pregunto: si la Asociación de Constructores de Hogares verdaderamente desea un debate serio sobre el calentamiento global y sus posibles consecuencias para esa industria y para Puerto Rico, ¿por qué traen a una persona con el historial del Dr. Michaels a hablar sobre el tema? Y si deseaban levantar dudas o controversia, ¿por qué no trajeron igualmente a un científico de la mayoría que considera el fenómeno como uno real e ineludible?

A veces se acusa a los ambientalistas de ver las cosas apasionadamente y perder la objetividad. Al conferenciante invitado por la ACH se le imputa exactamente eso. Muchos ambientalistas, sin embargo, basan sus planteamientos en datos corroborables científicamente.

Las declaraciones del nuevo presidente de la ACH nos inquietan. Habla del acercamiento que hará esa agrupación a los diferentes partidos políticos del País para aportar a las plataformas, “para que hagan promesas de campaña con la visión que tenemos nosotros, que es la correcta”. ¿Dónde está entonces el espacio para el diálogo y la discusión franca y abierta sobre los temas ambientales, que a fin de cuentas afectan la vida de todos y no sólo de los miembros de la ACH ? ¿Y la evidencia científica?

Dice además que “no apoya la idea de densificar los cascos urbanos debido a que los mismos -según expresa- no cuentan con la infraestructura necesaria para estimular el desarrollo, ni tampoco con las condiciones necesarias para hacerlos atractivos al consumidor, que sigue prefiriendo adquirir una casa”. Estas declaraciones no creo que constituyan una verdad absoluta y sí que ameritan debate y estudio. Habla de “ambientalistas serios con los que no tenemos problemas”. ¿Quién decide cuáles son estos? ¿Dónde está la apertura para sentarse a la mesa con ellos?

Ante un tema tan complejo y grave como el calentamiento global, debemos detenernos para hacer un examen profundo y ponderado. La inmensa mayoría de la comunidad científica, tanto a nivel local como mundial, concurre en que el calentamiento global está ocurriendo y que hay un 90% de probabilidad de que esté relacionado a las actividades humanas.

Nuestras grandes ciudades y la mayoría de nuestras instalaciones importantes de infraestructura se encuentran cercanas a la costa. La mera posibilidad de un aumento en el nivel del mar debería darnos la señal de alarma y movernos a tomar acción. Cada cual tiene la responsabilidad de informarse lo más posible sobre el tema. De discernir entre las verdades y medias verdades que a veces se confunden en aras de favorecer agendas y sectores específicos. Hacerlo de otra manera resultaría una irresponsabilidad imperdonable.

http://www.elnuevodia.com/diario/noticia/revistas/revistas/nunca_es_triste_la_verdad/308508

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