EL TERREMOTO DE HAITI, EL PROYECTO HAARP Y LAS TEORIAS DE CONSPIRACION

Las alegaciones de que el terremoto en Haití fue provocado por Estados Unidos no tienen fundamento alguno. El que exista un proyecto HAARP con posibles aplicaciones para alterar el clima y hasta causar sismos no significa automáticamente que el terremoto en Haití haya sido causado por el hombre. Bien podría ser cierto, pero las argumentaciones que he visto a ese efecto hasta ahora no las encuentro nada convincentes.

¡Por favor! Terremotos, huracanes y maremotos ocurren en este planeta desde antes que existiera vida. Realmente ofende al intelecto esta moda de pensamiento seudocrítico que atribuye todos los males del mundo- ¡hasta los desastres naturales!- a una gran conspiración. Creo que esto de las teorías de conspiración ha ido demasiado lejos, y se está convirtiendo en un verdadero cáncer mental que está estorbando nuestras capacidades de pensamiento crítico y análisis racional. Como periodista les puedo decir que teorías como esa no se toman en serio en ninguna sala de redacción, pues nunca aguantan un análisis crítico.

Y me preocupa que aparezca Global Research entre las fuentes de estas alegaciones. Global Research no tiene ninguna credibilidad, ¡Absolutamente ninguna! Los artículos que produce ese tanque de pensamiento pueden ser halagadores para lectores con una visión de mundo izquierdosa, pero cuando se analizan con detenimiento resultan tener una línea ideológica maniqueísta, simplista y totalmente problemática. William Engdahl, jefe de Global Research, escribió un libro sobre transgénicos que es la cosa más histérica, sensacionalista, irresponsable y mal investigada que he visto en mucho tiempo- repleto de inferencias absurdas, informaciones de segunda mano (casi recurriendo al plagio) y teorías de conspiración basadas en culpa por asociación. En pocas palabras, mal periodismo. Lo único que demostró Engdahl es que uno puede ser oponente de los transgénicos y a la vez ser charlatán.

Moraleja: no crean informaciones simplemente porque les sean halagadoras.

CARMELO RUIZ MARRERO
Escéptico pero no incrédulo
29 de enero 2010