sábado, abril 01, 2006

Los Premios Capitán Garfio a la Biopiratería 2006


Grupo ETC

Biopiratería se refiere a la monopolización (usualmente mediante la propiedad intelecual) de recursos genéticos y conocimiento tradicional o cultural tomado de los pueblos o comunidades agrarias que han desarrollado y criado esos recursos

Peor amenaza a la Soberanía Alimentaria:

Syngenta

Por su patente tipo Terminator, diseñada para impedir que las papas germinen, a pesar de que compañía prometió no comercializar tecnologías de semillas estériles. La patente US 6,700,039 describe un método de modificación genética que impide la germinación a menos que se aplique un inductor químico.

Y también por su solicitud de patente multi genómica sobre miles de secuencias genéticas vitales para el cultivo del arroz y que se extienden a docenas de otras especies vegetales.

Biopirata más codicioso:

J. Craig Venter

Por realizar una expedición global de biopiratería, con fondos de Estados Unidos, sin respeto alguno por la soberanía nacional sobre la biodiversidad, para colectar y secuenciar la diversidad microbiana de los océanos y suelos del planeta. Ese material genético jugará un papel crucial en lo que es su proyecto más ambicioso hasta el momento: construir un organismo artificial completamente nuevo.

Amenaza más grande a la privacidad genética:

Google Inc.

Por hacer equipo con J. Craig Venter para crear una base de datos cibernética, de acceso público, de todos los genes en el planeta, de modo que individuos y compañías farmacéuticas por igual pueden ‘googlear’ nuestros genes, poniendo en línea las herramientas de la biopiratería.

Premio a la rectificación extrema:

Delta & Pine Land Co

Por mantenerse fiel a sus votos, desde 1998, para comercializar la tecnología Terminator. Inicialmente, D&PL promovió la esterilización genética de semillas para que en el Sur los agricultores no volvieran a replantar su semilla. Tras protestas masivas, la compañía cambió su tono y dijo que Terminator serviría principalmente para los agricultores del Norte. Ahora la compañía da una fachada verde a Terminator y la promueve como herramienta de bioseguridad para contener el flujo genético... ¡para que sirva a los campesinos en cualquier parte!

Acto de biopiratería más ruin:

Gobierno de Estados Unidos

Por imponer una ley de propiedad intelectual sobre los cultivos en Irak, destruido por la guerra (junio de 2004). Cuando las fuerzas de ocupación de Estados Unidos “transfirieron la soberanía” a Irak impusieron la Orden no. 84, volviendo ilegales a los agricultores iraquíes que utilicen semilla obtenida de su cosecha, obligándolos a usar nuevas variedades registradas en esa ley. La nueva ley de patentes de Irak deja campo libre a las multinacionales de semillas amenazando la soberanía alimentaria.

Déjà Vu más estúpido:

Proyecto Genográfico

Por resucitar el viejo y muy desprestigiado Proyecto Genoma Humano con dinero nuevo de las corporaciones. IBM y la Nacional Geographic Society invirtieron $ 40 millones de dólares y establecieron 10 centros de investigación en todo el mundo para colectar y analizar más de 100,000 muestras de ADN de pueblos indígenas, argumentando que con eso van a poder comprender su pasado.

Premio Eje del Mal:

Canadá, Australia, Nueva Zelanda

Por sus reiterados intentos para minar la moratoria de facto sobre la tecnología Terminator en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB). Y por su traición a los Pueblos Indígenas en el Grupo de Trabajo sobre el 8(j) del CDB en España.

La más grande y minúscula apropiación de la naturaleza:

Nanosys, Inc.
Por lograr una patente en Estados Unidos sobre ‘varas nanoscópicas de óxido de metal’, cubriendo más de una tercera parte de los elementos de la tabla periódica.

La Peor Traición:

Genencor et al.

Por patentar, clonar y vender microorganismos extremófilos colectados en lagos de Kenia sin permiso de las autoridades o del investigador que colaboraba con ellos. Los microorganismos producen enzimas importantes para la industria (sirven para dar a los jeans la apariencia deslavada), generarán millones a las empresas y nada a Kenia.

Más hipócrita - Ganadores conjuntos:

Universidad de California en Davis

Por patentar un gen resistente a las enfermedades extraído de una variedad de arroz desarrollada por el pueblo Bela en Mali, en vez de entregarlo al Genetic Resources Recognition Fund para beneficio de los agricultores de Mali. El International Rice Research Institute (IRRI), establecido en Filipinas, entregó una muestra del arroz a los investigadores de la Universidad de California en 1990. Cuando el IRRI solicitó acceso al gen resistente a las enfermedades derivado de la muestra, la Universidad le exigió un pago de $10,000 dólares.

Biotechnology Industry Organization (BIO)

Por escribir reglas de bioprospección inspiradas en las Directrices de Bonn para que las compañías pertenecientes a BIO las siguieran y luego exhortarlas a que las ignoren.

Fuente: Premios Capitán Garfio

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