Sabias palabras de Jorge E. Rulli, del Grupo de Reflexión Rural de Argentina:
"Que la izquierda comparta muchos de los mismos paradigmas desarrollistas con la derecha política y hasta neoliberal, hace que las formas globales de las nuevas dependencias sean generalizadamente visualizadas como irrelevantes o que no sean consideradas políticamente. Los modelos de monocultivos, las producciones masivas de commodities, la Biotecnología y las semillas GM, la minería por cianurización, los bosques implantados, la alimentación de animales en encierro con sojas transgénicas, el avance de las fronteras de agricultura industrial sobre las tierras campesinas y los montes nativos, la conversión de los productores locales en eslabones de grandes cadenas agroalimentarias, se consideran aspectos positivos o negativos, pero siempre propios de un precio inevitable que es preciso pagar a la modernidad… Las campañas en defensa de la Ecología movilizan cada vez más población implicada en las políticas de devastación, pero aún no logran instalarse en las agendas de los partidos o de los gobiernos. Los movimientos campesinos, mientras tanto, se debaten en la confusión y fluctúan entre el creciente acorralamiento de sus bases por las políticas de los Agronegocios y los equipos ideológicos anacrónicos de sus líderes, que les imposibilitan enfrentar esas situaciones sino desde perspectivas de reivindicación social. Tan sólo se trataría de reconocer que la situación es sumamente compleja y que a una situación compleja deberíamos enfrentarla con pensamientos complejos, pero eso para muchos no resulta fácil pues requeriría reaprender a pensar o acaso incorporar los nuevos paradigmas."
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