28-Noviembre-2007 / El Nuevo Día

JOSÉ E. RIVERA SANTANA
EX DIRECTOR DE LA DIVISIÓN DE PLANIFICACIÓN DE TURISMO

Un regalo que no se justifica

Rodeado de banqueros y de los líderes de la construcción, el gobernador Aníbal Acevedo Vilá insistió el lunes en entregarle a éstos más de doscientos millones de dólares del erario. Resulta inevitable comentar las expresiones del Primer Ejecutivo.

Es falso que esta medida ayudará a la economía y generará nuevos empleos. Cualquiera que analice el tamaño y la naturaleza de la economía de Puerto Rico sabe que $200 millones no tendrán ese efecto.

Pero además, el inventario de viviendas que no se han vendido, ya generaron los empleos. De manera que, los $200 millones no crearán nuevos empleos.

Tampoco, esos $200 millones estimularán la venta de las 12,000 a 15,000 residencias nuevas construidas.

El problema del exceso de inventario de residencias es más complejo y no lo corrige esa medida. En todo caso, lo agrava, porque mantiene artificialmente unos precios para los cuales no hay compradores.

Parte fundamental del problema es la enorme brecha que existe entre el valor promedio de la vivienda y el ingreso familiar mediano de los puertorriqueños.

Según datos del 2005, esa brecha es de una magnitud de cinco. Y la medida propuesta por el Gobernador no hace ninguna mella en esa disparidad.

¿Por qué no se utilizan esos $200 millones para mejorar las más de 80,000 residencias que todavía, en pleno siglo 21, no tienen facilidades sanitarias completas? ¿Por qué no se utilizan esos $200 millones para rehabilitar las miles de residencias dilapidadas en las comunidades especiales y en los centros urbanos?

Ambas acciones estimularían un efecto cascada que favorecería la venta de materiales de construcción, generarían nuevos empleos, entre otros beneficios.

¡Ah! Lo que pasa es que efectivamente, la medida impulsada por el Gobernador y favorecida por líderes de los dos partidos principales, sí tiene un carácter de clase.

http://www.elnuevodia.com/diario/voces/321797