Comité Resistencia y Dignidad Adolfina Villanueva
COMUNICADO DE PRENSA
Miércoles, 6 de febrero del 2008
Vigésimo Octavo Día de Recordación de Adolfina Villanueva:
Siembra de alimentos en vez de siembra de cemento en Piñones
Persona contacto: Tati Fridman 787-383-6689
COMUNICADO DE PRENSA
Miércoles, 6 de febrero del 2008
Vigésimo Octavo Día de Recordación de Adolfina Villanueva:
Siembra de alimentos en vez de siembra de cemento en Piñones
El Comité Resistencia y Dignidad Adolfina Villanueva, residentes de la comunidad de Monte Grande (Piñones) y Misión Industrial de Puerto Rico inician hoy la Jornada Resistencia y Dignidad. El 6 de febrero del 1980, Adolfina Villanueva cayó abatida por las escopetas de la policía de Puerto Rico defendiendo su hogar y el pedacito de tierra con el que alimentaba a su familia. Los Villanueva tenían sembradíos de yuca, papaya, gandules, entre otros tantos frutos y pescaban en la orilla del mar. Adolfina, con su espíritu indómito, no estuvo dispuesta a abandonar este estilo ancestral de vida. Su resistencia ha sido símbolo de la lucha de las comunidades de Piñones-Loíza en defensa de su dignidad, su tierra, su cultura afro antillana y su derecho a un desarrollo auténtico de base comunitaria.
Este año, la Jornada Resistencia y Dignidad será dedicada al tema de soberanía y seguridad alimentaria como derecho humano básico y, en honor a Adolfina, residentes de la comunidad de Monte Grande (Piñones) retoman las cosas donde las dejó ella, sembrando alimentos en vez de varillas y cemento –como pretendía el tristemente célebre proyecto de Costa Serena-. Su proyecto comunitario de agricultura orgánica a escala doméstica está dirigido a proveer alimentos sanos y nutritivos para los residentes, a la vez que servirá de base para la confección de comidas loiceñas típicas en el negocio aledaño El Terazón de Doña Domi, explica la coordinadora de la Jornada Tati Fridman.
Es imperativo que las comunidades puertorriqueñas empiecen a retomar la siembra de alimentos sanos y nutritivos, recalca Fridman. Nuestros hábitos alimentarios están degenerados como resultado de nuestra dependencia de la importación de más del 90% de los productos de comida, la producción industrial de los alimentos en monocultivos a base del uso indiscriminado de agroquímicos, el despilfarro y la contaminación de enormes cantidades de agua, la deforestación de grandes extensiones de terrenos, la manipulación genética de las semillas, la cosecha prematura para el transporte de los frutos por miles de millas, en fin el trato de los alimentos como meras mercancías para ser distribuidas en las grandes cadenas de supermercado. Por otro lado, se vislumbra que la crisis ecológica global, en particular los efectos de los gases de invernadero, reducirá la cantidad disponible de agua para el cultivo e, incluso, pone en peligro nuestra capacidad de producir nuestros alimentos en el futuro.
De hecho, ya Puerto Rico ni cuenta con la cantidad de agua necesaria para poder producir los alimentos suficientes para toda nuestra población, y aún el gobierno quiere seguir cubriendo de cemento extensas áreas de terrenos agrícolas y seguir secando nuestros ríos y quebradas so pretexto de fomentar el progreso para el país, advierte Marianne Meyn, portavoz de Misión Industrial de Puerto Rico. ¿Pero qué progreso es no poder satisfacer las necesidades básicas de nuestra propia población?, pregunta ¿Y han pensado en cuántos combustibles fósiles se están quemando para producir y transportar los alimentos que consumimos, y eso en un momento histórico que exige una reducción drástica de las emisiones de los gases que genera la quema de estos combustibles y la reivindicación de las fuentes de energía renovables.
Volviendo a la siembra orgánica comunitaria Monte Grande se une a la vanguardia puertorriqueña que se adelanta a la crisis alimentaria que se avecina e impulsa el verdadero bienestar de su comunidad. Por otro lado aspira a que su proyecto sirva de ejemplo a otras comunidades -incluso para establecer huertas urbanas- y que, eventualmente, logremos trascender lo suficiente como para lograr cambios estructurales necesarios para encaminar a nuestro país a la sustentabilidad, señala el salubrista Juan Rosario, también portavoz de Misión Industrial.
Además de iniciar una campaña educativa acerca de la soberanía y seguridad alimentarias como derecho humano básico, la Jornada de Resistencia y Dignidad honrará con el galardón "Ciudadana Loiceña Destacada" a Liberata Vizcarrondo, maestra y costurera de trajes típicos de las fiestas tradicionales de Santiago por más de cuarenta años, y galardonará con el premio de "Ciudadana Boricua Destacada" a Emma Duprey de Sterling, profesora y promotora de la cocina afro boricua. Durante todo el mes de febrero se regalarán árboles frutales y de sombra. La Jornada culminará con una bicicletada el domingo 24 de febrero.
Este año, la Jornada Resistencia y Dignidad será dedicada al tema de soberanía y seguridad alimentaria como derecho humano básico y, en honor a Adolfina, residentes de la comunidad de Monte Grande (Piñones) retoman las cosas donde las dejó ella, sembrando alimentos en vez de varillas y cemento –como pretendía el tristemente célebre proyecto de Costa Serena-. Su proyecto comunitario de agricultura orgánica a escala doméstica está dirigido a proveer alimentos sanos y nutritivos para los residentes, a la vez que servirá de base para la confección de comidas loiceñas típicas en el negocio aledaño El Terazón de Doña Domi, explica la coordinadora de la Jornada Tati Fridman.
Es imperativo que las comunidades puertorriqueñas empiecen a retomar la siembra de alimentos sanos y nutritivos, recalca Fridman. Nuestros hábitos alimentarios están degenerados como resultado de nuestra dependencia de la importación de más del 90% de los productos de comida, la producción industrial de los alimentos en monocultivos a base del uso indiscriminado de agroquímicos, el despilfarro y la contaminación de enormes cantidades de agua, la deforestación de grandes extensiones de terrenos, la manipulación genética de las semillas, la cosecha prematura para el transporte de los frutos por miles de millas, en fin el trato de los alimentos como meras mercancías para ser distribuidas en las grandes cadenas de supermercado. Por otro lado, se vislumbra que la crisis ecológica global, en particular los efectos de los gases de invernadero, reducirá la cantidad disponible de agua para el cultivo e, incluso, pone en peligro nuestra capacidad de producir nuestros alimentos en el futuro.
De hecho, ya Puerto Rico ni cuenta con la cantidad de agua necesaria para poder producir los alimentos suficientes para toda nuestra población, y aún el gobierno quiere seguir cubriendo de cemento extensas áreas de terrenos agrícolas y seguir secando nuestros ríos y quebradas so pretexto de fomentar el progreso para el país, advierte Marianne Meyn, portavoz de Misión Industrial de Puerto Rico. ¿Pero qué progreso es no poder satisfacer las necesidades básicas de nuestra propia población?, pregunta ¿Y han pensado en cuántos combustibles fósiles se están quemando para producir y transportar los alimentos que consumimos, y eso en un momento histórico que exige una reducción drástica de las emisiones de los gases que genera la quema de estos combustibles y la reivindicación de las fuentes de energía renovables.
Volviendo a la siembra orgánica comunitaria Monte Grande se une a la vanguardia puertorriqueña que se adelanta a la crisis alimentaria que se avecina e impulsa el verdadero bienestar de su comunidad. Por otro lado aspira a que su proyecto sirva de ejemplo a otras comunidades -incluso para establecer huertas urbanas- y que, eventualmente, logremos trascender lo suficiente como para lograr cambios estructurales necesarios para encaminar a nuestro país a la sustentabilidad, señala el salubrista Juan Rosario, también portavoz de Misión Industrial.
Además de iniciar una campaña educativa acerca de la soberanía y seguridad alimentarias como derecho humano básico, la Jornada de Resistencia y Dignidad honrará con el galardón "Ciudadana Loiceña Destacada" a Liberata Vizcarrondo, maestra y costurera de trajes típicos de las fiestas tradicionales de Santiago por más de cuarenta años, y galardonará con el premio de "Ciudadana Boricua Destacada" a Emma Duprey de Sterling, profesora y promotora de la cocina afro boricua. Durante todo el mes de febrero se regalarán árboles frutales y de sombra. La Jornada culminará con una bicicletada el domingo 24 de febrero.
Persona contacto: Tati Fridman 787-383-6689
Etiquetas: Piñones, Puerto Rico, Soberanía alimentaria
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