domingo, abril 20, 2008

La alimentación, amarrada al extranjero

Vea las infográficas.

Si ocurre una emergencia en los mercados y disminuyen las importaciones, nuestra producción agrícola no es capaz de suplir nuestras necesidades alimentarias. ¿Podría haber hambre en Puerto Rico? ¿Cómo llegamos a esto?

Por Eliván Martínez Mercado / emartinez1@elnuevodia.com / 20 abril 2008

La seguridad del País está en juego. Los productos alimenticios aumentan como nadie había imaginado, y tampoco nadie puede imaginar cuándo se va a detener la escalada. Ya se denomina al 2008 como el año de la crisis mundial de alimentos. El riesgo: si ocurre una emergencia en los mercados y comienzan a disminuir las importaciones a Puerto Rico, la producción agrícola local no es capaz de suplir la dieta mínima que requiere la población para evitar una hambruna. No es una alerta superflua.

Vivimos con la barriga amarrada a la comida de afuera”, advierte el doctor Jorge A. González, director del Departamento de Economía Agrícola y Sociología Rural, en el Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico. El problema radica en que el 85% de los alimentos consumidos localmente son importados. “Ahora más que nunca estamos ante una situación alarmante. Estamos a merced de quien nos quiera vender y al precio que disponga”, añade William Suárez, director ejecutivo del Colegio de Agrónomos de Puerto Rico. Hasta el secretario del Departamento de Agricultura, Gabriel Figueroa, ha reconocido a LaREVISTA la vulnerabilidad en que se encuentra la Isla. “Los que dependemos de las importaciones vamos a tener problemas en los renglones que no somos autosuficientes”, dijo. Pero Puerto Rico no ha tenido un debate público sobre cómo una economía agrícola maltrecha pone en riesgo la estabilidad. ¿Cómo llegamos a este punto? ¿Por qué?

Condiciones adversas se combinan para dificultar el desarrollo agrícola. La ayuda a la industria ha disminuido. Tanto, que la Administración de Servicios y Desarrollo Agropecuario, el brazo del Departamento de Agricultura que incentiva a los agricultores, ha perdido unos $125 millones de su presupuesto en seis años. Y la Cámara de Representantes considerará el próximo 29 de abril recortar $9.1 millones más.

La agricultura fue un sector importante en la Isla hasta la década del 40. Al comenzar la promesa de un gran futuro mediante el proceso de industrialización, la agricultura quedó en un segundo plano. El gobierno, parte de la población y la empresa privada le impusieron un estigma, como si fuese una actividad económica tercermundista. Esa percepción sobrevive en pleno 2008 en el imaginario colectivo. “Tú le hablas a la gente de trabajar con la tierra y todavía piensan en un hombre con pava que está halando unos bueyes”, se lamenta William Suárez. Hoy se cultivan productos como leche, pollo, cerdo, guineo, plátano, calabazas y tomates, entre otros, que componen el 6.4% del producto bruto nacional.

Puerto Rico está perdiendo sus mejores terrenos cultivables, que se encuentran en los llanos costeros. En los últimos 24 años, perdió hasta un 30% de su terreno agrícola.


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Las fincas que el gobierno destina a la agricultura tampoco se usan a cabalidad. De las 75,000 cuerdas que la Autoridad de Tierras ha dedicado a este sector, arrienda 60,000 a los agricultores. Pero de ahí a que se ponga a producir competentemente falta mucho, sostiene el director del Colegio de Agrónomos. “La mayoría de esa tierra está desatendida”, añade el economista González. “Y la tierra que es privada, los dueños la dejan sin ninguna actividad, dejan que pase el tiempo, especulan y la venden para otras cosas como la construcción. Ningún país rezaga tanto la agricultura como nosotros”.

Puerto Rico está perdiendo sus mejores terrenos cultivables, que se encuentran en los llanos costeros. La falta de un sistema de planificación organizado permite el desparrame urbano; o sea, la construcción de viviendas, centros comerciales y carreteras a lo largo y ancho de la Isla , en lugar de construir verticalmente para ocupar menos espacio. La Isla perdió hasta un 30% de su terreno agrícola en los últimos 24 años, según el censo federal de 2002.

Señales de inestabilidad

Los boricuas no pueden dar por sentado la ayuda de Washington. “A ese panorama de dificultad en la agricultura tienes que añadirle que hay 1.3 millones de puertorriqueños que reciben fondos de alimentos de Estados Unidos, y ese país tiene una economía con problemas”, añade Gustavo Vélez, presidente de la firma de análisis Inteligencia Económica y Legislativa. “Nunca vamos a ser autosuficientes. Pero tenemos que empezar a crear, como todos los países, un sistema para suplir algunas de las necesidades básicas. Y eso incluye que el gobierno tiene que subsidiar, como hacen todos los países”.

El mundo desarrollado vio en 2007 que no era invulnerable a los exabruptos causados por la crisis de alimentos. Los italianos protestaron en el verano pasado porque el costo de su comida más querida, la pasta, había saltado por los aires. Los puertorriqueños, por su parte, tendrán que lidiar en mayo con un nuevo aumento de 10% en el arroz, y con un incremento adicional de 10% en verano. El principal producto alimenticio local, que se produce en su totalidad en el extranjero, ha aumentado un 60% durante los últimos tres años.

Los países pobres son los que más padecen la crisis. En el vecindario caribeño ya han comenzado a mostrarse claras señales de inestabilidad. Cinco personas han muerto durante este mes en Haití, durante protestas para presionar al gobierno a controlar los costos. El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, advirtió hace dos semanas que 33 naciones están en riesgo de disturbios sociales. “Para países donde la gente invierte la mitad o dos terceras partes del presupuesto en comida, no hay margen de sobrevivencia”, afirmó. La población de Nigeria, por ejemplo, gasta un 73% de su presupuesto en alimentos; en Vietnam, 65%. En Puerto Rico y Estados Unidos la cifra representa solamente un 10%, pero pudiera llegar a un 20% o 30% en el sector pobre a medida que empeora la crisis, según dijo a LaREVISTA el economista agrícola Bruce Babcock, profesor de economía agrícola en Iowa State University.

La crisis de alimentos se debe a una convergencia de factores que provocan un espiral inflacionario. El precio del combustible sigue aumentando, lo que encarece la producción, el transporte y los fertilizantes. El precio del maíz se ha duplicado desde principios de este año, porque agricultores de países como Estados Unidos están destinando hasta un 20% de la cosecha para fabricar biocombustible (que se vende más caro) en lugar de producir comida.

El cambio climático ha entrado en escena. Una grave sequía de seis años en Australia ha aplastado los cultivos de arroz. El productor más grande del sur del planeta -uno de cuyos molinos, el de Deniliquin, sostenía por sí solo la demanda de 20 millones de personas en todo el mundo- ya no puede hacerlo, lo que significa que hay más demanda y menos producción. El pánico ante el encarecimiento de los productos y la falta en las reservas de alimento hizo que China, Egipto, Vietnam y la India redujeran sus exportaciones de arroz este año para asegurar los suministros de su gente. Las consecuencias son manifestaciones alrededor del mundo y más leña al fuego del aumento en los combustibles.

Por si fuera poco, las superpoblaciones de economías emergentes como la India y China están comiendo más y mejor de lo que está disponible. La ONU advierte que las reservas de granos y cereales de este año serán las más bajas desde 1982. Calcula que los cereales pueden subir este año hasta 74%. Puerto Rico no puede darse el lujo de ignorar las interconexiones con el resto del mundo.

“Este panorama lo que hace es confirmar lo que hemos dicho siempre, de que debemos conservar nuestras tierras. Debemos ver todo esto como una oportunidad para comenzar a mantenerlas y ponerlas a producir alimentos”, cuenta el profesor José Molinelli, director del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. “Pero para eso tenemos que entender que en vez de ser una cosa del pasado la agricultura es una cuestión del futuro”.

http://www.elnuevodia.com/diario/noticia/revistas/revistas/la_alimentacion,_amarrada_al_extranjero/393971

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