viernes, agosto 14, 2009

Puerto Rico: La Bio-Isla, por Carmelo Ruiz Marrero

En el candente debate global en torno a los organismos y alimentos genéticamente modificados, o transgénicos, el rol poco conocido de la isla caribeña de Puerto Rico ha pasado mayormente inadvertido y hasta ahora ha evadido escrutinio crítico. La actividad de biotecnología agrícola en esta colonia tropical de Estados Unidos es masiva.

“Puerto Rico atrae compañías de biotecnología agrícola debido a su clima tropical que permite hasta cuatro cosechas anuales y la disponibilidad del gobierno a acelerar (fast-track) los permisos”, según los doctores Margarita Irizarry y José Rodríguez Orengo, profesores del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR). “Además, la oposición a los alimentos transgénicos es casi inexistente en la isla y ningún grupo ambientalista en particular está protestando la presencia de (las compañías de semillas y biotecnología agrícola) Dow, Syngenta Seeds, Pioneer HiBred, Mycogen Seeds, Rice Tech, AgReliant Genetics, Bayer Cropscience, y Monsanto.”

Desde 2004 nosotros en el Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico hemos estado tratando de averiguar qué está ocurriendo en nuestro país en cuanto a cultivos transgénicos. Hemos obtenido muy poca información hasta ahora, pero lo poco que hemos podido saber es bastante preocupante.

Cultivos experimentales

Pudimos obtener alguna información de Biotechnology Regulatory Services (BRS), una oficina dentro de la agencia Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS), que es parte del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA). Los datos de BRS muestran que para enero de 2005 Puerto Rico había tenido 1,330 autorizaciones (field releases) para cultivos transgénicos experimentales en la isla, lo cual había resultado en 3,483 experimentos transgénicos al aire libre (field tests). De las 1,330 autorizaciones, 994 fueron para maíz, 262 para soya, 99 para algodón, 15 para arroz, 8 para tomate, 1 para papaya y 1 para tabaco. Según la documentación, se estaban autorizando estas siembras experimentales en Puerto Rico desde tan temprano como 1987, casi una década antes de que las autoridades de Estados Unidos permitieran el consumo humano de alimentos transgénicos.

¿Dónde exactamente están estas siembras? ¿Qué rasgos están probando? No sabemos. El USDA dice que todo eso es información confidencial de las compañías.

Con la sola excepción de Hawai'i, ningún estado en EEUU ha tenido tantas siembras experimentales de transgénicos por milla cuadrada. Los únicos que han tenido más "field tests" fueron Hawai'i (5,413), Illinois (5,092) e Iowa (4,659). Tengan en mente que Puerto Rico tiene menos de 4 mil millas cuadradas, mientras que Illinois e Iowa tienen cada uno sobre 50 mil millas cuadradas. Nuestra isla rebasó ampliamente al estado de California, que tuvo 1,964 "field tests", aunque es 40 veces mayor que Puerto Rico.

Estos datos, desde luego, deben ser actualizados. Hemos estado caminando con éstos bajo nuestros brazos y enseñándoselos a todo el mundo por cuatro años ya. Pero no vemos razón para pensar que la situación ha cambiado significativamente desde 2005.

Hay que aclarar que cuando decimos cultivos experimentales no es que las poblaciones aledañas sean conejillos de indias en un siniestro experimento con sujetos humanos involuntarios con posibles aplicaciones militares, como creen algunas personas que gustan de las teorías de conspiración. La información disponible de BRS no da apoyo a tal conjetura. A las compañías de biotecnología y al USDA no les importa un bledo qué pueden hacer los transgénicos a la salud humana o al ambiente. Todo parece indicar que esta actividad experimental es para medir rendimientos y para asegurarse de que los rasgos transgénicos hayan sido debidamente introducidos al cultivo.

También es importante señalar que no toda la actividad de biotecnología agrícola en Puerto Rico es experimental. También tenemos una producción comercial de transgénicos de proporciones considerables, de la cual sabemos menos aún. Esta producción se exporta a Estados Unidos- y quién sabe a dónde más- para uso como semilla.

La realidad colonial

Colegas extranjeros me han preguntado cuál es la postura del gobierno de Puerto Rico sobre este asunto en los foros internacionales, como por ejemplo la Convención de Biodiversidad de la ONU y el Protocolo de Cartagena, acuerdo internacional que pretende regular el movimiento transfronterizo de transgénicos. La respuesta a esa pregunta es: ninguna. Dado que carecemos de soberanía, Puerto Rico no participa de ningún foro internacional y no es miembro ni de la ONU, ni de la Organización de Estados Americanos ni de ninguna otra organización política internacional.

A nivel internacional los puertorriqueños somos representados siempre por el gobierno de Estados Unidos. Y dentro de ese gobierno no tenemos ninguna voz ni voto. Aunque estamos sujetos a las leyes de EEUU, los residentes de Puerto Rico no podemos votar en las elecciones presidenciales de ese país- a pesar de que el presidente en Wáshington es nuestro jefe de estado de facto- ni tampoco tenemos representación alguna en la rama legislativa de EEUU. Por lo tanto, para atender la problemática de los transgénicos- y cualquier otro asunto- los puertorriqueños no tenemos las opciones que tiene a su disposición un país soberano e independiente, ni las que tiene uno de los 50 estados de Estados Unidos. Realmente estamos en ninguna parte.

¿Dónde están?

Casi todos estos cultivos transgénicos- ya sean experimentales o comerciales- son sembrados en los llanos del sur y sureste de la isla, en una franja de terreno que se extiende desde Juana Díaz hasta Guayama, y están especialmente concentrados entre los municipios de Santa Isabel y Salinas, al sur del expreso 52 y al norte de la carretera 1.

Varios testigos nos han contado que la seguridad en estos terrenos agrícolas es extrema. Uno no puede parar el carro al lado de uno de esos sembradíos sin que se aparezcan policías a preguntar qué hace uno ahí- y no se permite tomar fotos ni filmar. Dicen que es para combatir el hurto. Es cierto que el robo- de cosechas y hasta de maquinaria- es uno de los problemas más serios de la agricultura puertorriqueña, pero también notamos que las fincas que no siembran transgénicos no gozan de una protección policial tan diligente.

También uno puede encontrar cultivos transgénicos en el pueblo de Isabela, en el noroeste de la isla, donde Monsanto Caribe tiene una estación experimental en el lado sur de la carretera 2. Y no nos sorprendería encontrar transgénicos también en el fértil valle de Lajas, en el suroeste, seguramente el mejor terruño agrícola de todo Puerto Rico.

Paraíso tropical de los transgénicos

Sucesivos gobiernos de los mayores partidos políticos del país, el Partido Popular Democrático (PPD) y el Partido Nuevo Progresista (PNP) han puesto la biotecnología en el centro de sus estrategias para atraer inversión. De la manufactura, con su consigna “Manos a la Obra”, nos hemos movido a la biotecnología- farmacéutica y agrícola- con consignas publicitarias rimbombantes como “Mentes a la Obra” y “La Economía del Conocimiento”. La Compañía de Fomento Industrial (PRIDCO) anuncia a Puerto Rico como la “Bio-Isla” y publicita agresivamente a inversionistas extranjeros las ventajas y deseabilidad de establecer operaciones de biotecnología en el país.

No sorprende que la UPR lleve la batuta en la promoción de la biotecnología en el país. Sus recintos de Mayagüez (RUM), Ciencias Médicas, Humacao, Río Piedras y Bayamón todos tienen programas de biotecnología. El RUM tiene un Centro de Aprendizaje de Biotecnología Industrial y el recinto riopedrense está desarrollando un bachillerato en esta especialidad.

Las universidades privadas también buscan pescar en río revuelto. La Interamericana ofrece currículos en biotecnología en sus recintos de Bayamón y Barranquitas, la Pontificia de Ponce acaba de anunciar que ofrece una maestría en biotecnología con énfasis en aplicaciones agrícolas, y la Universidad Metropolitana tiene un bachillerato en biología con énfasis en biología molecular, disciplina en la que se basa la ingeniería genética.

La industria está muy agradecida y aprecia mucho el buen ambiente que Puerto Rico le ofrece. En 2006 el entonces gobernador Aníbal Acevedo Vilá (del PPD) fue galardonado con el título de “gobernador del año” por la Biotechnology Industry Organization, agrupación que representa sobre mil compañías, instituciones académicas y centros de investigación en Estados Unidos y 31 otros países.

En enero de 2009 el senador Berdiel Rivera (del PNP) radicó el proyecto de ley 202, que promueve la biotecnología agrícola en la isla. ¡Como si las corporaciones de biotecnología necesitaran más apoyo del que ya han recibido del gobierno de Puerto Rico en las últimas dos décadas!

Crecen las dudas sobre los transgénicos

El senador Rivera y esos jóvenes universitarios que están siendo indoctrinados por currículos de biotecnología deberían enterarse de lo que ocurre en el resto del mundo con respecto a los transgénicos. El pasado mes de mayo la Academia Americana de Medicina Ambiental (AAEM) declaró que los alimentos transgénicos presentan un serio riesgo a la salud y pidió una moratoria a estos alimentos. Citando los resultados de varios estudios hechos con animales de laboratorio, la AAEM concluye que “hay una asociación más que casual entre los alimentos transgénicos y efectos adversos a la salud” y que “los alimentos transgénicos presentan serio riesgo a la salud en las áreas de toxicología, alergia, función inmunológica, salud reproductiva, y salud metabólica, fisiológica y genética.”

Y en 2008 se publicó un documento importantísimo: la Evaluación Internacional del Conocimiento, Ciencia y Tecnología Agrícolas para el Desarrollo (IAASTD en inglés), producto del estudio más minucioso, autoritativo, extenso y detallado jamás hecho sobre el estado de la agricultura mundial. Fue redactado por sobre 400 expertos internacionales, sometido a dos revisiones independientes por los pares, y fue producto de un proceso inclusivo y participativo en el que la industria, gobiernos y sociedad civil participaron como socios en condición de igualdad, con el apoyo de agencias de la ONU y el Banco Mundial.

En resumidas cuentas, el informe concluye que el modelo de agricultura industrial, corporativa y globalizada no puede continuar, dado que es insustentable y está literalmente devorando el patrimonio del planeta. Favorece como alternativa la producción agroecológica en pequeña escala, precisamente lo que ambientalistas y agricultores orgánicos han estado proponiendo por décadas.

Con respecto a la biotecnología y los cultivos transgénicos, el informe IAASTD es cauteloso y falto de entusiasmo. En lugar del discurso propagandístico y de mercadeo disfrazado de ciencia y educación que oímos de gobiernos, universidades y medios noticiosos aparentemente incapaces de hacer cuestionamientos críticos, el informe aconsejó precaución y pidió que se realicen más estudios en cuanto a la inocuidad de los transgénicos.

Despierta boricua

Y mientras que alrededor de todo el mundo la seguridad y necesidad de los transgénicos está siendo cuestionada con creciente insistencia, aquí en Puerto Rico nuestro gobierno nos está vendiendo la biotecnología agrícola como si fuera lo último en la avenida.

Algunas personas nos han argumentado con buena intención que el proyecto de ley 202 regulará la actividad de cultivos transgénicos en Puerto Rico, y que esto es preferible a tenerlos por la libre sin ningún control o reglamento. Pero esta tecnología no puede ser controlada. Una vez sembrados al aire libre, los transgénicos no pueden ser controlados o retirados. Se proliferan y multiplican, como hace todo ser vivo. Ningún país que ha permitido la entrada de cultivos transgénicos ha podido controlarlos. Por lo tanto, el proyecto de ley 202 sólo dará legitimidad adicional a una tecnología peligrosa e innecesaria.

- Ruiz Marrero es periodista y educador ambiental, dirige el Proyecto de Bioseguridad de Puerto Rico (http://bioseguridad.blogspot.com/ ). Es también el creador del blog bilingüe Haciendo Punto en otro Blog (http://carmeloruiz.blogspot.com/). Sus artículos han sido publicados por Interpress Service, CIP Americas Policy Program, Counterpunch, La Jornada, Ecoportal, Rebelión, Alternet, Corporate Watch y The Ecologist.

Otros artículos de Carmelo Ruiz Marrero sobre transgénicos:
"¿Son seguros los transgénicos?" 9 de septiembre 2008 http://alainet.org/active/26178&lang=es
"Biotecnología y Bioseguridad" Periódico Claridad. 5 de noviembre 2008. http://claridadpuertorico.com/content/view/402903/32/

FUENTES:

Academia Americana de Medicina Ambiental."Position paper on genetically modified foods", Mayo 2009. http://www.aaemonline.org/gmopost.html

Biotechnology Industry Organization. "BIO names Puerto Rico governor 'Governor of the Year'", 10 de abril 2006.

Informe IAASTD, 2008. http://www.agassessment.org/

M. Irizarry y J. Rodríguez-Orengo.
"Biotechnology in Puerto Rico: Educational and Ethical Implications", 2009.

TexPIRG Education Fund. "Raising Risk: Field Testing of Genetically Engineered Crops in the United States", 2005.



http://alainet.org/active/31288〈=es

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