Soberanía alimentaria y el nuevo descubrimiento de la biodiversidad
Boletín Nº 171 del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales"Dedicamos este boletín a las poblaciones que resisten al intento de mercantilización de la naturaleza y buscan defender sus territorios con toda su biodiversidad".
Hace miles de años que en especial las mujeres, pero también los hombres, de diferentes pueblos en las más diversas partes del mundo, han garantizado la soberanía alimentaria, basándose en la biodiversidad de las regiones donde viven. Con sabiduría, supieron distinguir y utilizar semillas, raíces, frutas, hojas, árboles, arbustos, plantas medicinales, animales, peces y mucho más.
Pero nuestro mundo llamado moderno consiguió reducir de forma drástica la riqueza de la biodiversidad, introduciendo monocultivos en gran escala para la producción de alimentos y productos como la madera.
Mientras los defensores del modelo del monocultivo argumentan que éste ha producido más granos, más comida, se constata que ha reducido la soberanía alimentaria.
Parece curioso que en las últimas décadas y, sobre todo, más recientemente, la biodiversidad captó nuevamente el interés de las grandes empresas que tanto defienden el monocultivo y contribuyeron en mucho para reducir la biodiversidad. ¿Por qué será?
Además del patentado de las semillas, en curso desde hace años, más recientemente, también otros elementos de la biodiversidad están en la mira del gran capital, en la medida en que estos elementos se vuelvan más escasos, como el agua, la regulación del clima, la conservación del suelo, etc.
En este boletín, los diversos artículos tienen que ver con esa nueva amenaza del redescubrimiento de la biodiversidad por parte de las empresas transnacionales por ejemplo, cuando quieren vender servicios ambientales. Eso puede generar profundos impactos sobre la vida de las personas, como muestra el proyecto de la empresa británica New Forests Company que actúa en Uganda, e incluso está certificada por el sello verde del FSC. Para que esa empresa plante sus monocultivos de árboles, expulsó nada menos que a 22 mil personas, con vistas a la venta del servicio ambiental de carbono, comprometiendo drásticamente la soberanía alimentaria de toda una población.
Dedicamos este boletín a las poblaciones que resisten al intento de mercantilización de la naturaleza y buscan defender sus territorios con toda su biodiversidad. Apoyamos a Via Campesina que, en este mes de octubre, junto a otras organizaciones, presionaron a la FAO en Roma, en especial al Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, para que se prohíba el ´acaparamiento de tierras´, la apropiación y concentración de tierras en manos de inversores, estados y empresas extranjeras, que ocurre, principalmente, en África. Este proceso perverso incentiva la agricultura del monocultivo, los agrocombustibles y la apropiación y venta de servicios ambientales. Según Oxfam, cerca de 227 millones de hectáreas de tierras ya estarían vendidas o dadas en concesión, un área del tamaño de todo el Noroeste de Europa, mostrando la profunda injusticia social y ambiental de ese modelo. ¡Reforzamos el llamamiento para que la FAO tome medidas que garanticen los derechos de los campesinos a sus tierras y a los recursos naturales!
Finalizamos con una buena noticia que nos motiva y anima: felicitamos a la organización amiga GRAIN, una de las organizaciones que desde hace muchos años alerta sobre la destrucción de la biodiversidad, mientras defiende la soberanía alimentaria. GRAIN ganó el llamado Right Livelihood Award, una especie de premio Nobel Alternativo, por su trabajo contra el ´acaparamiento de tierras ´ y en defensa de la agricultura campesina.
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