Vía Campesina: Los pueblos del mundo frente a los avances del capitalismo: Rio +20 y más allá
Muchas organizaciones sociales en ese momento saludamos y apoyamos con
esperanza las nuevas convenciones. Veinte años después, vemos que las
causas reales del deterioro ambiental, económico y social siguen sin ser
atacadas. Peor aún, nos alarma profundamente que la próxima reunión de
junio servirá para profundizar las políticas neoliberales y los procesos
de expansión capitalista, concentración y exclusión que nos tienen hoy
envueltos en una crisis ambiental, económica y social de gravísimas
proporciones. Bajo el nombre engañoso y mal intencionado de “economía
verde” , hoy se anuncian nuevas formas de contaminación y destrucción
ambiental, así como nuevas olas de privatización, monopolización y
expulsión desde nuestras tierras y territorios.
La Vía Campesina se movilizará para este evento, representando a la voz
campesina en el debate mundial y defendiendo un camino diferente de
desarrollo, arraigado en el bienestar de todos y todas, que garantice
los alimentos para todos, que proteja y garantice que los bienes comunes
y los recursos naturales estén al servicio de un buen vivir para todas y
todos y no de las necesidades de acumulación de unos pocos.
20 años después: el planeta y la humanidad en crisis
20 años después de la Cumbre de la Tierra, el conjunto de la vida en el
planeta se ha vuelto dramáticamente difícil. El número de personas
hambrientas ha aumentado a casi mil millones, lo que significa que uno
de cada seis seres humanos está pasando hambre, principalmente niños y
mujeres del campo. La expulsión desde nuestras tierras y territorios
sigue avanzando de manera acelerada, ya no sólo por las condiciones de
desventaja que se nos imponen desde los tratados comerciales y el sector
industrial, sino por nuevas formas de acaparamiento de la tierra y el
agua, la imposición global de formas de propiedad intelectual que nos
roban nuestras semillas, por la invasión de semillas transgénicas, el
avance de las plantaciones de monoculivos, los megaproyectos, la
minería.
Las grandes promesas de Río 92 han resultado una farsa. El Convenio de
Biodiversidad no detuvo la destrucción de la biodiversidad y fortaleció y
generó nuevos mecanismos destinados a privatizarla y convertirla en
mercancía. La desertificación sigue avanzando de la mano de la
agricultura industrial y la expansión de los agronegocios y de las
plantaciones de monocultivos. El calentamiento de nuestro planeta -con
todo los desastres y el sufrimiento dramático que ya está causando- no
se ha detenido, sino que se ha acelerado y agravado.
El gran engaño de 1992 fue el “desarrollo sustentable”, que inicialmente
las organizaciones sociales vimos como una posibilidad de enfrentar la
raíz de los problemas. Sin embargo, no fue más un lavado de cara de la
búsqueda de nuevas formas de acumulación. Hoy buscan legitimar una nueva
fachada, especialmente bajo el nombre de “economía verde” Etiquetas: esp, Rio + 20, Via Campesina
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