jueves, julio 10, 2014

La Sorpresa de Octubre fue real



La “Sorpresa de Octubre” fue real


Carmelo Ruiz Marrero
Haciendo Punto en Otro Blog, 10 de julio 2014


El primer artículo escrito por este servidor que salió en la prensa del país fue publicado en enero de 1992 en el semanario Claridad. En el escrito afirmé que en 1980 la campaña electoral republicana estadounidense, la campaña Reagan-Bush, pactó secretamente con radicales iraníes para que pospusieran la liberación de 52 estadounidenses que ellos mantenían como rehenes. Estos rehenes eran empleados de la embajada de Estados Unidos, la cual elementos leales al Ayatollah Khomeini habían tomado por asalto en noviembre de 1979. Este acuerdo secreto, conocido como la “Sorpresa de Octubre”, frustró los intentos del entonces presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, de lograr la liberación de los rehenes a tiempo para las elecciones en noviembre. Esto le costó a Carter su reelección, y el republicano Ronald Reagan ganó la presidencia. Las encuestas realizadas antes de las elecciones demostraban que el tema de los rehenes en Irán fue determinante para el electorado.


Los principales negociadores de la campaña republicana en este trato fueron George Bush, candidato vicepresidencial y ex-director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y William Casey, director de la campaña y espía veterano con experiencia en la 2da guerra mundial. Una vez electo, Reagan nombró a Casey director de la CIA.


Los rehenes fueron liberados el mismo día en que juramentó Reagan como presidente de EEUU en enero de 1981. A cambio de su cooperación con la campaña republicana, Irán recibió armas, las cuales necesitaba urgentemente para repeler una invasión por parte de Iraq. La guerra entre Irán e Iraq, la cual duró de 1980 a 1988, costó aproximadamente un millón de vidas. Las guerras en Centroamérica que tomaron lugar en esos mismos años se quedan pequeñas ante el horror y carnicería de ese conflicto en el Oriente Medio. El trato de la Sorpresa de Octubre y las ventas de armas relacionadas a la guerra Irán-Iraq eventualmente llevaron al Irán-Contra, el escándalo político más grande de la década de los 80.


Este asunto es bien serio: alta traición, colaboración con un secuestro, sabotaje de la política exterior de un jefe de estado, y todo esto con el propósito de afectar el resultado de elecciones presidenciales. Por menos que eso uno acaba en la silla eléctrica.


Alegaciones de tal pacto secreto aparecieron por primera vez en 1987 en el libro Out of Control de la periodista Leslie Cockburn, quien también reportó sobre el escándalo Irán-Contra para las telecadenas CBS y PBS, y luego en reportajes investigativos de Robert Parry, quien entonces trabajaba para Prensa Asociada.


A fines de la década de los 80 Gary Sick, quien fue asistente principal de Carter en todo lo relacionado a la región del Golfo Pérsico, repensó lo ocurrido en las negociaciones de los rehenes entre octubre de 1980 y su liberación en 1981, y declaró en una columna publicada en el diario New York Times en abril de 1991 que la teoría de la “Sorpresa de Octubre” era enteramente factible (1). Sick elaboró sobre esta tesis en su libro October Surprise: America's Hostages in Iran and the Election of Ronald Reagan, publicado ese mismo año. Para entonces, el ex-presidente iraní Abolhassan Bani-Sadr, quien fue electo en 1980 y derrocado al año siguiente, publicó su libro autobiográfico My Turn to Speak: Iran, the Revolution and Secret Deals With the U.S., en el que afirma que los radicales islámicos asociados al Ayatollah Khomeini que tenían en su poder a los rehenes norteamericanos negociaron con la campaña Reagan, saboteando así las negociaciones que él realizaba con la administración Carter.


En junio de 1991 la organización no gubernamental Fund for New Priorities in America llevó a cabo en Washington DC un Coloquio Congresional sobre la Sorpresa de Octubre, con la participación de Sick y dos ex-rehenes como oradores. En la actividad se presentó una carta firmada por ocho ex-rehenes en la que pedían una investigación oficial sobre las circunstancias de su liberación (2). Al año siguiente se inició una investigación congresional bajo la dirección del representante Lee Hamilton.


El investigador principal (lead counsel) del Grupo de Trabajo Sorpresa de Octubre, como se le llamó al cuerpo investigativo (3), fue el renombrado aunque controversial abogado E. Lawrence Barcella Jr. Como fiscal del gobierno de EEUU en los años 70 Barcella se hizo héroe de la izquierda por su persecución y ajusticiamiento de los asesinos del patriota chileno Orlando Letelier, quien fue ultimado por una bomba colocada en su automóvil en Washington DC. Su legendaria gesta por la verdad y la justicia, la cual llevó al arresto de terroristas del exilio cubano que trabajaban dirigidos por el general chileno Manuel Contreras, fue narrada en el excelente libro Assassination on Embassy Row, de John Dinges y el recientemente fenecido Saul Landau.


Pero Barcella, quien falleció en 2010, tenía muchos colores. El dirigió la cacería humana internacional del Departamento de Justicia de EEUU para encontrar y capturar al fugitivo Edwin Wilson. Ex-agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Inteligencia Naval, Wilson se había convertido en contratista mercenario y traficante de armas y había suplido armamentos al régimen de Qadaffi en Libia (lean el libro Manhunt de Peter Maas). Según Parry, Barcella trabajó con la CIA en este famoso caso: “Afortunadamente para la CIA, el principal investigador (de la Sorpresa de Octubre), E. Lawrence Barcella Jr., era un favorito de la comunidad de inteligencia y había trabajado de cerca con muchos de los personajes implicados en la Sorpresa de Octubre.” (4)


Barcella se ganó gran estima y prestigio por su captura de Wilson en República Dominicana en 1982 y el veredicto de culpable en su juicio al año siguiente, un logro que fue determinante en la decisión del Congreso de darle el trabajo de investigador principal en el Grupo de Trabajo, una plaza que él había solicitado con mucha insistencia. Pero la gloria de ese episodio se esfumó cuando en 2003 salió a relucir que un affidavit de Barcella que fue crucial en voltear el jurado en contra de Wilson estaba lleno de falsedades. “Barcella negó haber obrado mal en conexión al affidavit fatulo del caso Wilson, el cual ocultó 80 contactos entre Wilson y la CIA durante el periodo de tiempo en el que Wilson vendía material a la Libia de Qaddafi”, dijo Parry (5). Wilson fue dejado en libertad en 2004 después que un juez federal determinó que la fiscalía había actuado de manera impropia y que el Departamento de Justicia y la CIA encubrieron información en el caso.


“Su venganza por la fabricación de su caso vino casi demasiado tarde”, dijo un obituario en The Economist publicado tras el fallecimiento de Wilson en 2012 (6). “En 2003 su condena… fue derogada porque, escribió el juez, el gobierno había mentido. Lejos de no haber tenido contactos con la CIA entre 1971 y 1978, hubo al menos 80. Varios habían sido intrigantemente ‘paralelos’ a los actos ilegales que se le habían imputado.”


Los socios de negocios más cercanos de Wilson incluían altos oficiales del Pentágono y la CIA, unos activos y otros retirados, que luego serían implicados en el Irán-Contra. Estos incluían a los generales John Singlaub y Richard Secord, el primero destituido por el presidente Carter por insubordinación y el segundo forzado a renunciar por su relación con Wilson; y también los oficiales de la CIA Theodore Shackley y Thomas Clines, ambos forzados a renunciar de la Agencia bajo circunstancias que aún no están claras.


En los años 80 Barcella se fue a la práctica privada y representó acusados en el caso BCCI, el mayor escándalo de corrupción bancaria en la historia. Según la página web de Parry, Consortium News: “En la década de los 80 Barcella y su firma legal cobraron sobre $2 millones del Banco de Crédito y Comercio Internacional por dar consejo legal, hacer cabildeo y manejar problemas de relaciones públicas. Barcella denunció como ‘absurdas’ las alegaciones iniciales publicadas en la prensa de que el BCCI había secretamente obtenido control del banco First American en Washington. (La historia luego resultó ser cierta) En 1991 el BCCI colapsó en medio de un escándalo por sus vínculos al lavado internacional de dinero de droga y tráfico de influencias.” (Paréntesis en el original) (7)


La investigación congresional sobre la Sorpresa de Octubre terminó en enero de 1993, sólo días antes de la juramentación del nuevo presidente Bill Clinton, y concluyó que no había evidencia creíble que sostuviera las alegaciones de un pacto secreto entre republicanos estadounidenses y radicales iraníes.


Pero Parry no soltó el asunto. Después de concluida la investigación congresional, el reportero obtuvo acceso a los documentos del Grupo de Trabajo y encontró una carta del iraní Bani-Sadr, fechada 17 de diciembre de 1992, en la que detalló los contactos entre los asociados de Khomeini y la campaña Reagan-Bush. Según Parry, en el informe final del Grupo de Trabajo, presentado el 13 de enero de 1993, el equipo de Barcella sencillamente tergiversó la carta, mencionándola sólo de manera breve, alegando que sus contenidos eran no más que habladuría basada en rumores (hearsay), y la enterró en un anexo poco conocido del informe, junto con otras evidencias incriminadoras (8).


El testimonio de Bani-Sadr es apoyado por el del almirante iraní Ahmad Madani, quien fue ministro de defensa en 1979 y candidato presidencial en las elecciones el año siguiente. La administración Carter financió la campaña electoral de Madani a través de la CIA, usando como intermediario al empresario y traficante de armas Cyrus Hashemi. Pero sin embargo, Bani-Sadr ganó con sobre 75% del voto. En una entrevista a principios de los años 90 Madani le informó a Parry que en 1980 Hashemi estaba traicionando a Carter, negociando los rehenes con los republicanos. Según Madani, Hashemi específicamente le mencionó el nombre de William Casey (9). Hashemi murió en 1986 de una rara enfermedad. Según un artículo del diario Los Angeles Times, publicado en 1987 en medio del furor del caso Irán-Contra:


fuentes dicen, un informante del gobierno de EEUU que había trabajado con Hashemi alega que oficiales del Servicio de Aduanas le dijeron que el traficante de armas pudo haber sido ‘empujado a un lado’ por agentes del gobierno para proteger la entonces secreta iniciativa de Irán…
… Hashemi, un rival para roles en la operación de Irán eventualmente asumidos por Adnan Khashoggi y Manucher Ghorbanifar, murió repentinamente el 21 de julio de 1986, tres meses antes de que los tratos secretos de armas fueran expuestos. Oficialmente la muerte fue atribuida a una rara y virulenta forma de leucemia que se le diagnosticó sólo dos días antes de Hashemi morir.
Desde entonces, interrogantes persistentes han sido planteadas acerca de la exactitud de esos resultados de autopsia.” (10)
  
Pero la evidencia más explosiva es seguramente un informe de la inteligencia rusa enviado al Grupo de Trabajo el 11 de enero de 1993, justo cuando éste terminaba sus trabajos. El documento de seis páginas sostenía que la inteligencia soviética sabía que en 1980 Bush, Casey y otros republicanos se reunieron secretamente en Europa con oficiales iraníes (11). Hamilton le dijo a Parry que no recordaba que Barcella le haya informado de algún informe ruso. Varios otros congresistas que participaron de la investigación también le expresaron a Parry que nunca vieron tal informe. El 13 de enero el Grupo de Trabajo presentó su informe en una conferencia de prensa, en la cual Barcella no mencionó nada del documento ruso.


El informe ruso, y muchos otros documentos de la investigación, acabaron depositados en un espacio de oficina que había sido anteriormente un estacionamiento del Congreso, específicamente en el piso de un baño de mujeres clausurado. Hasta el final de sus días, Barcella insistió de manera obcecada que no ocultó el informe. Cuando agonizaba de cáncer en 2010, Barcella todavía enviaba mensajes de correo electrónico a Parry en los que furiosamente defendía su posición y acusaba al reportero de falsear la verdad (12).


Mi única satisfacción en todo este embrollo es que tuve razón en ese reportaje que Claridad me publicó hace 22 años.

******


NOTA: En 1996 tuve el gran gusto de entrevistar a Parry en mi programa radial en la emisora WGDR en Estados Unidos. Hablamos extensamente acerca de la Sorpresa de Octubre y de otras intrigas de la parapolítica y la criptodiplomacia. La Sorpresa de Octubre fue, de hecho, lo que despertó mi interés en el periodismo investigativo cuando yo era estudiante en la Universidad de Puerto Rico en la década de los 80.


Ruiz Marrero es un autor y periodista investigativo puertorriqueño. Su pizarra cibernética Haciendo Punto en Otro Blog, ya tiene diez años (http://carmeloruiz.blogspot.com/). Su identidad en Twitter es @carmeloruiz.

1) “En el curso de cientas de entrevistas en Estados Unidos, Europa y el Oriente Medio, se me dijo repetidas veces que individuos asociados a la campana Reagan-Bush de 1980 se reunieron en secreto con oficiales iranies para demorar la liberacion de los rehenes estadounidenses hasta despues de las elecciones presidenciales. A cambio de este favor, Iran fue recompensado por una provision sustancial de armas de Israel.”
Gary Sick. “The election story of the decade”. New York Times, 15 de abril de 1991. http://www.nytimes.com/1991/04/15/opinion/the-election-story-of-the-decade.html


2) “Ex-hostages seek probe by Congress” Washington Post, 14 de junio de 1991; Fund for New Priorities video, “An Election Held Hostage?” 13 de junio 1991 http://www.c-span.org/video/?18401-1/election-held-hostage.


3) Su nombre formal era “Task Force of the Committee on Foreign Affairs to Investigate Certain Allegations Concerning the Holding of Americans as Hostages by Iran in 1980”.


4) Robert Parry “October Surprise X-Files (Part 7): Bush & a CIA Power Play” Consortium News 1996 http://www.consortiumnews.com/archive/xfile7.html. “Barcella… had done work for and with the CIA in the famous Edwin Wilson case.” http://consortiumnews.com/2013/03/30/dieugenio-on-parrys-new-book/
5) Robert Parry. “A Lawyer & National Security Cover-ups” Consortium News, 4 de mayo 2005. http://www.consortiumnews.com/2005/050405.html


6) “Edwin P. Wilson, gunrunner and manager of CIA front companies, died on September 10th, aged 84” The Economist, 29 de septiembre 2012. http://www.economist.com/node/21563687


7) “Clinton & a BCCI Lawyer” Consortium News http://www.consortiumnews.com/archive/story3.html


8) Robert Parry. “‘October Surprise’ and ‘Argo’” Consortium News, 7 de marzo 2013. http://consortiumnews.com/2013/03/07/october-surprise-and-argo/


9) Parry 2013.


10) William C. Rempel. “Panels Probing Mysterious Death of Iran Affair Figure” Los Angeles Times, 13 de junio 1987. http://articles.latimes.com/1987-06-13/news/mn-6868_1_mysterious-death  


11) Robert Parry “The Russian report” Consortium News, 1995. http://www.consortiumnews.com/archive/xfile1.html; “Russian Report on 1980 'October Surprise' Case” Consortium News, 2005 http://www.consortiumnews.com/2005/russianreport1980.html   
12) Robert Parry “Accusation of October Surprise 'Lying'” Consortium News, 5 de agosto 2010 http://www.consortiumnews.com/2010/080510.html

Etiquetas: ,

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal