Harold Lidin
Esta semana se cumplen 24 años de la muerte de mi amigo y mentor Harold J. Lidin. El siguiente artículo lo escribí para Claridad en junio de 2001.
RECORDANDO A HAROLD
Carmelo Ruiz Marrero
CLARIDAD
El periodista estadounidense Harold Lidin, quien vivió
por muchos años en San Juan y falleció en 1992, tocó
las vidas de numerosos puertorriqueños de las maneras
más variadas. Olvidadizo pero a la vez perspicaz,
Harold se destacó en el periodismo y en las causas
progresistas, y sobre todo como católico devoto se
esforzó por sintetizar la fe con el compromiso social.
Este último afán lo llevó a fundar el capítulo
puertorriqueño de Pax Christi, organización cristiana
pacifista internacional dedicada a promover la paz y
la justicia. Siempre me pregunté cómo se las
arreglaba para sobrevivir en medios noticiosos tan
reaccionarios como el San Juan Star y Radio OSO.
Conocí a Harold en 1989 gracias al
licenciado Charles Hey Maestre, a quien no tuve el
placer de conocer en persona sino hasta 1999.
Hablando por teléfono él me habló de Pax Christi y me
dijo "Debes conocer a Harold Lidin, dale una llamada
al Star." Lo llamé, me contó sobre el trabajo de la
organización en contra del militarismo y la violencia
en todas sus manifestaciones, y me invitó a la próxima
reunión, que era en la Universidad del Sagrado
Corazón.
¿Por qué fui? ¿Yo, que de religioso no tengo nada ni
voy nunca a la iglesia- en gran parte gracias a los
jesuitas que trataron de salvar mi alma pero sólo
lograron espantarme de la iglesia- asistiendo a una
reunión de una organización cristiana? Simplemente
porque Pax Christi trabaja por la paz, pero no la paz
monga del conformismo y el consentimiento de los
oprimidos, sino paz con justicia. Por lo que a mí
concierne, me da igual que sean budistas o musulmanes.
Llegué temprano, antes que todo el mundo. Y de
repente aparece este señor con un sombrero como esos
que usaban los ingleses en Birmania durante la segunda
guerra mundial. Supe de inmediato que era Harold, y
él me miró y de inmediato supo que yo era yo. Y así
comenzó una larga amistad. Bueno, está bien, no fue
tan larga, ya que su desafortunada muerte ocurrió en
enero de 1992.
Fue gracias a él que conocí grandes amigos, como su
esposa Carmina y su hija Carmencita, el colega Jesús
Dávila, María Libertad, hija del valeroso Gabriel
Mezquida, al caricaturista Melvin Villabol, Luis De la
Cruz, el querido Randolph, Mara, Juancho y Sonia
Agostini, Alejita Firpi y Héctor Dávila, entre otros.
Un día fui a su apartamento en Isla Verde para
enseñarle con orgullo mis primeros dos artículos
publicados en Claridad, y me felicitó por ellos. Poco
sabía yo que ese sería nuestro último rato juntos.
En mayo de 2001 se celebró una misa en
memoria de Harold en la Catedral de San Juan, oficiada
por el arzobispo Roberto González, quien lo había
conocido a sólo unas cuantas cuadras de ahí. En la
navidad de 1969 en la Plaza Colón, un grupo como de
quince o veinte individuos tuvo la osadía de protestar
contra la guerra de Vietnam. Dos de ellos, Harold
Lidin y Roberto González, se conocieron en esa
ocasión, y en los años que siguieron procedieron a
hacer historia cada uno a su manera.
"Lamento haber conocido a Harold tan tarde en mi vida
porque es una persona que decidió vivir en un país que
no era el suyo, y eso tiene algo de apostolado",
expresó luego de la misa Juan Antonio Agostini, quien
tomó la batuta de Lidin en Pax Christi. "Lo conocí a
través de Pax Christi, y conocí a Pax Christi a través
de él. Fue muy poco el tiempo que pude cultivar con
él. Pero me siento honrado de haberlo conocido, de
haber conocido una persona que fue un modelo para
cualquier país, un modelo de servicio, de valentía en
la defensa de los derechos, y modelo de un periodismo
vertical."
RECORDANDO A HAROLD
Carmelo Ruiz Marrero
CLARIDAD
El periodista estadounidense Harold Lidin, quien vivió
por muchos años en San Juan y falleció en 1992, tocó
las vidas de numerosos puertorriqueños de las maneras
más variadas. Olvidadizo pero a la vez perspicaz,
Harold se destacó en el periodismo y en las causas
progresistas, y sobre todo como católico devoto se
esforzó por sintetizar la fe con el compromiso social.
Este último afán lo llevó a fundar el capítulo
puertorriqueño de Pax Christi, organización cristiana
pacifista internacional dedicada a promover la paz y
la justicia. Siempre me pregunté cómo se las
arreglaba para sobrevivir en medios noticiosos tan
reaccionarios como el San Juan Star y Radio OSO.
Conocí a Harold en 1989 gracias al
licenciado Charles Hey Maestre, a quien no tuve el
placer de conocer en persona sino hasta 1999.
Hablando por teléfono él me habló de Pax Christi y me
dijo "Debes conocer a Harold Lidin, dale una llamada
al Star." Lo llamé, me contó sobre el trabajo de la
organización en contra del militarismo y la violencia
en todas sus manifestaciones, y me invitó a la próxima
reunión, que era en la Universidad del Sagrado
Corazón.
¿Por qué fui? ¿Yo, que de religioso no tengo nada ni
voy nunca a la iglesia- en gran parte gracias a los
jesuitas que trataron de salvar mi alma pero sólo
lograron espantarme de la iglesia- asistiendo a una
reunión de una organización cristiana? Simplemente
porque Pax Christi trabaja por la paz, pero no la paz
monga del conformismo y el consentimiento de los
oprimidos, sino paz con justicia. Por lo que a mí
concierne, me da igual que sean budistas o musulmanes.
Llegué temprano, antes que todo el mundo. Y de
repente aparece este señor con un sombrero como esos
que usaban los ingleses en Birmania durante la segunda
guerra mundial. Supe de inmediato que era Harold, y
él me miró y de inmediato supo que yo era yo. Y así
comenzó una larga amistad. Bueno, está bien, no fue
tan larga, ya que su desafortunada muerte ocurrió en
enero de 1992.
Fue gracias a él que conocí grandes amigos, como su
esposa Carmina y su hija Carmencita, el colega Jesús
Dávila, María Libertad, hija del valeroso Gabriel
Mezquida, al caricaturista Melvin Villabol, Luis De la
Cruz, el querido Randolph, Mara, Juancho y Sonia
Agostini, Alejita Firpi y Héctor Dávila, entre otros.
Un día fui a su apartamento en Isla Verde para
enseñarle con orgullo mis primeros dos artículos
publicados en Claridad, y me felicitó por ellos. Poco
sabía yo que ese sería nuestro último rato juntos.
En mayo de 2001 se celebró una misa en
memoria de Harold en la Catedral de San Juan, oficiada
por el arzobispo Roberto González, quien lo había
conocido a sólo unas cuantas cuadras de ahí. En la
navidad de 1969 en la Plaza Colón, un grupo como de
quince o veinte individuos tuvo la osadía de protestar
contra la guerra de Vietnam. Dos de ellos, Harold
Lidin y Roberto González, se conocieron en esa
ocasión, y en los años que siguieron procedieron a
hacer historia cada uno a su manera.
"Lamento haber conocido a Harold tan tarde en mi vida
porque es una persona que decidió vivir en un país que
no era el suyo, y eso tiene algo de apostolado",
expresó luego de la misa Juan Antonio Agostini, quien
tomó la batuta de Lidin en Pax Christi. "Lo conocí a
través de Pax Christi, y conocí a Pax Christi a través
de él. Fue muy poco el tiempo que pude cultivar con
él. Pero me siento honrado de haberlo conocido, de
haber conocido una persona que fue un modelo para
cualquier país, un modelo de servicio, de valentía en
la defensa de los derechos, y modelo de un periodismo
vertical."
Etiquetas: Carmelo, esp, Harold Lidin, Puerto Rico
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