Comunicado del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano

Fortuño impone gasoducto a través de procesos oscuros

San Juan- El Gobernador Luis G. Fortuño pretende imponerle a los puertorriqueños un gasoducto por decreto, en total desprecio a los procesos necesarios de planificación y participación ciudadana.

El copresidente del movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), Julio Muriente, opina que Fortuño intenta imponer esta iniciativa atropelladamente, sin contar para nada con la opinión del Pueblo, “particularmente de los miles de ciudadanos que se verían afectados por dicho proyecto. Ha montado una campaña mediática y toma decisiones que impactarían el ambiente en todo el país, sin haber presentado una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), documento imprescindible para que la Junta de Calidad Ambiental dé su visto bueno.”

Mientras tanto, dice Muriente, el presidente de la JCA, en lugar de reclamar la DIA, apoya el proyecto incondicionalmente.

Para José Rivera Santana, también copresidente del MINH, cuando se trata de la gestión pública y, sobre todo, en asuntos con implicaciones ambientales y de seguridad de la población, “la fe en el gobernante no es el mecanismo para decidir acciones y proyectos de tanta envergadura. Menos aún, cuando se trata de un primer ejecutivo que hace tiempo perdió todo ápice de credibilidad.”

“¿Dónde están los documentos ambientales y los estudios de viabilidad que validan el gasoducto? En ausencia de los mismos”, continúa Rivera Santana, “las comunidades afectadas y la ciudadanía en general quedan huérfanas de la información que les permitiría participar, cuestionar, sugerir y aportar a la discusión sobre el proyecto propuesto. Esconder la información es un acto de agresión, máxime cuando existen asuntos de seguridad muy serios que los ciudadanos, todos, debemos conocer”.

Gas natural como opción

Los dos copresidentes coinciden en expresar que el pueblo desconoce qué alternativas adicionales se han considerado, por qué se ha seleccionado la anunciada o si hay una mejor opción. Todo se ha hecho atropelladamente, con la única excusa del abaratamiento de la energía eléctrica. ¿Pero a qué costo social, ambiental y económico?

Es cierto que el gas natural es menos contaminante que el petróleo, coinciden los portavoces de los hostosianos, pero “su sustitución tendría sentido sólo como una medida de transición hacia el uso masivo de energía renovable, como puede ser la producida por el Sol o por el viento. Si es verdad que el gasoducto es una etapa en la transición a fuentes de energía renovables, ¿dónde está el plan de transición? ¿Cuántos años tomará el mismo? Pero de eso el Gobierno no habla.

Precio y mercado

“Se dice que el gas natural es más barato que el petróleo, expresa Muriente, “pero lo cierto es que su precio en el mercado internacional es tan fluctuante como el del petróleo. Los expertos afirman que quedan existencias mundiales de gas natural para unos 30 (treinta) años. Los más de $400 millones que costará el gasoducto tienen que estar bien justificados, más aún cuando en el pasado reciente el País ha tenido la experiencia de proyectos que sólo sirvieron para enriquecer a unas pocas empresas a base de corrupción y malversación de fondos públicos.

Engaño monumental

Para Rivera Santana, si de lo que se trata es de cambiar la dependencia del petróleo a la del gas natural, se trata entonces de un monumental engaño. “Puerto Rico seguirá a merced de un combustible fósil que tendremos que importar, que estará sujeto a los vaivenes del mercado, al igual que el petróleo, y a las tensiones geopolíticas de los países que poseen los principales yacimientos.”

Para los dos hostosianos, huele mal que este proyecto se quiera hacer por imposición, a través de procesos oscuros.

Para información adicional:

Elaine Mulet Hocking

Secretaría de Comunicación Social y Propaganda MINH

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