miércoles, agosto 18, 2010

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El Observatorio Petrolero Sur [OPS] nace a mediados del 2008 como apuesta y respuesta militante a las agresivas políticas de promoción de la actividad hidrocarburífera en Argentina, sobre todo en la Patagonia. Se encuentra integrado por el Centro de Políticas Públicas para el Socialismo [CEPPAS] e independientes. Forma parte de la red internacional Oilwatch.

A partir de la promulgación del decreto 546/03, ocurrida bajo la presidencia del Dr. Néstor Kirchner, muchas provincias encararon el dominio de sus recursos y se lanzaron en una agresiva campaña a licitar zonas de exploración y explotación, convirtiéndose así en los nuevos interlocutores de la industria petrolera.
Los subsidios, los privilegios impositivos -como Gas y Petróleo Plus-, y la virtual ausencia de controles sobre la producción, la exportación, el daño ambiental, y los perjuicios a las poblaciones locales, han ido de la mano de las crecientes necesidades fiscales de las provincias y del Estado nacional.

Pozo petroleroLa explotación petrolera es una vivencia cotidiana en la Patagonia, donde se localizan las cuencas más importantes del país. Entre sus consecuencias podemos señalar: el deterioro de la salud, tanto de las generaciones expuestas como las futuras; la contaminación del agua, erosión de suelos y pérdida de biodiversidad; consecuencias sociales, ya que el avasallamiento de los derechos de los pueblos originarios se ve potenciado, produciendo desalojos y expulsiones de territorios ocupados ancestralmente; y a su vez consecuencias políticas, siendo la Patagonia escenario de organización y recuperación de identidad del Pueblo Mapuche.

Desde lo global, los hidrocarburos son la principal fuerza motriz de la economía globalizada, pues de ellos dependen la producción, circulación y comercialización global de mercancías. El control de este recurso estratégico es fuente de múltiples conflictos, que encuentran a las empresas trasnacionales y las economías centrales como actores privilegiados.Shell mata

Creemos que la crítica al modelo vigente no sólo debe hacer referencia a la necesaria recuperación del petróleo por el Estado Nacional, en tanto recurso estratégico para el bienestar de su población, sino que también debe apuntar a la raíz del problema: la explotación de los hidrocarburos como pilar fundamental de un sistema –el capitalismo-, que ha convertido a los hombres y a la naturaleza en mercancías.

Bandera MapucheUna de las premisas de nuestro trabajo es la articulación permanente con organizaciones y poblaciones de áreas impactadas, para dar visibilidad a las problemáticas a través de diferentes herramientas de comunicación.

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