Me mencionan en Bolivia
http://www.hidrocarburosbolivia.com/bolivia-mainmenu-117/analisis-y-opinion/55188-mas-de-glencore-en-el-tintero-editorial.html'
Editorial / El País (Tarija) - Gracias a una agencia alternativa de información (porque las “tradicionales” sistemáticamente callan sobre estos asuntos) conocimos la opinión de un periodista puertorriqueño, Carmelo Ruiz Marrero, quien, sin eufemismos ni disimulos, comentó que “la corporación suiza Glencore, una de las mayores comerciantes de minerales, petróleo y granos a escala mundial, se ha buscado un adversario infrecuente: Bolivia”
Primero, es un honor que alguien desde Puerto Rico, en el Caribe (no el pueblo con el mismo nombre en el oriente boliviano, de ingrata recordación porque fue lugar de confinamientos), desde Puerto Rico –decíamos- defienda los intereses bolivianos que, así como van, están necesitando un nuevo 31 de octubre, más radical y menos escamoteable que el del año 1952, cuando se “nacionalizó” la minería, que a muy corto plazo volvió a privatizarse, con los mal llamado “medianos” y con las corporaciones transnacionales, como Glencore, que por lo visto piensan arrebatarnos a los bolivianos hasta la última libra de nuestros minerales. De todos “nuestros” minerales.
Las opiniones del periodista Ruiz Marrero sobre la Glencore (que publicamos también hoy) son duras, pero aun así se quedan cortas frente a la realidad. Dice Ruiz: “En sus negocios globales esta corporación tiende a valerse de intermediarios turbios y de reputación dudosa para ganarse la buena fe de gobiernos de países ricos en recursos naturales, como la República Democrática del Congo y Kazajstán. Glencore es dueña de la gigantesca corporación minera Prodeco, acusada de reprimir a sus trabajadores en Colombia con la ayuda de paramilitares”.
Se queda en el tintero, sin embargo, mucho más. Ya están también publicadas, por otros autores, afirmaciones como esta: “Glencore fue fundada por Marc Rich, uno de los hombres más corruptos del mundo. Cuando se creó, Glencore se llamaba Rich Co, y su actual presidente, Willy Strothotte, no es más que un operador de Marc Rich desde hace muchas décadas. En los años sesenta Marc Rich controlaba la Philipp Brothers, una empresa íntimamente ligada a Comibol y a Comsur, que controlaba la famosa empresa Mathilde Mines Corp. Y Comsur, como todavía muchos bolivianos recordamos, era una de las empresas del minero “mediano”
Gonzalo Sánchez de Lozada, quien no sería raro que esté moviendo algunos hilos para ese conflicto que Glencore está armando (si es que no lo tiene ya totalmente armado) contra nuestro país.
O sea que detrás de Sinchi Wayra, detrás de Colquiri y de otras informaciones ligadas con esos nombres hay mucho más de lo que la mayoría de los bolivianos creemos conocer. Y Marc Rich, el dueño de Glencore, lejos de ser un “simple” multimillonario (que no es por cierto suizo, aunque opere desde allá), está más cerca de la imagen que de él pintaba otro comentarista, en el semanario venezolano Otro Día, hace ya varios años (en mayo del 2003, para ser más precisos): Rich es “el delincuente más inescrupuloso de la era moderna y un verdadero especialista en caer sobre la yugular de los países del Tercer Mundo”.
Por supuesto que en el tintero queda aún más. Muchísimo más.
¿Alguien se acuerda de octubre del 52?
Más de Glencore, en el tintero (Editorial)
Primero, es un honor que alguien desde Puerto Rico, en el Caribe (no el pueblo con el mismo nombre en el oriente boliviano, de ingrata recordación porque fue lugar de confinamientos), desde Puerto Rico –decíamos- defienda los intereses bolivianos que, así como van, están necesitando un nuevo 31 de octubre, más radical y menos escamoteable que el del año 1952, cuando se “nacionalizó” la minería, que a muy corto plazo volvió a privatizarse, con los mal llamado “medianos” y con las corporaciones transnacionales, como Glencore, que por lo visto piensan arrebatarnos a los bolivianos hasta la última libra de nuestros minerales. De todos “nuestros” minerales.
Las opiniones del periodista Ruiz Marrero sobre la Glencore (que publicamos también hoy) son duras, pero aun así se quedan cortas frente a la realidad. Dice Ruiz: “En sus negocios globales esta corporación tiende a valerse de intermediarios turbios y de reputación dudosa para ganarse la buena fe de gobiernos de países ricos en recursos naturales, como la República Democrática del Congo y Kazajstán. Glencore es dueña de la gigantesca corporación minera Prodeco, acusada de reprimir a sus trabajadores en Colombia con la ayuda de paramilitares”.
Se queda en el tintero, sin embargo, mucho más. Ya están también publicadas, por otros autores, afirmaciones como esta: “Glencore fue fundada por Marc Rich, uno de los hombres más corruptos del mundo. Cuando se creó, Glencore se llamaba Rich Co, y su actual presidente, Willy Strothotte, no es más que un operador de Marc Rich desde hace muchas décadas. En los años sesenta Marc Rich controlaba la Philipp Brothers, una empresa íntimamente ligada a Comibol y a Comsur, que controlaba la famosa empresa Mathilde Mines Corp. Y Comsur, como todavía muchos bolivianos recordamos, era una de las empresas del minero “mediano”
Gonzalo Sánchez de Lozada, quien no sería raro que esté moviendo algunos hilos para ese conflicto que Glencore está armando (si es que no lo tiene ya totalmente armado) contra nuestro país.
O sea que detrás de Sinchi Wayra, detrás de Colquiri y de otras informaciones ligadas con esos nombres hay mucho más de lo que la mayoría de los bolivianos creemos conocer. Y Marc Rich, el dueño de Glencore, lejos de ser un “simple” multimillonario (que no es por cierto suizo, aunque opere desde allá), está más cerca de la imagen que de él pintaba otro comentarista, en el semanario venezolano Otro Día, hace ya varios años (en mayo del 2003, para ser más precisos): Rich es “el delincuente más inescrupuloso de la era moderna y un verdadero especialista en caer sobre la yugular de los países del Tercer Mundo”.
Por supuesto que en el tintero queda aún más. Muchísimo más.
¿Alguien se acuerda de octubre del 52?
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