Combustibles alternativos o abusos alternativos
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Communiqué no. 96
Noviembre/Diciembre 2007
Con el argumento de “trascender el petróleo” las súper petroleras, los gigantes genéticos, nuevas empresas y otros actores forman alianzas que extenderán el control corporativo sobre cada vez más recursos en todos los rincones del planeta, al tiempo que las causas del cambio climático se mantienen intactas. Sin reconocer que los agrocombustibles de primera generación no son ni económicos ni ecológicos, los inversionistas ofrecen otras biotecnologías para convencernos de los combustibles alternativos.
Asunto: En los países de la OCDE, los gobiernos proponen incentivos y subsidios masivos –tan grandes como 15 mil millones de dólares por año— que alientan el auge de los agrocombustibles , y promueven alianzas sin precedentes para extender el control de las corporaciones sobre una enorme porción de los recursos naturales del mundo. Los gigantes del petróleo, de la agricultura, los súper científicos (y otros) hacen equipo para obtener el único beneficio comprobado de los agrocombustibles: mayores ganancias. En este Communiqué, el Grupo ETC describe las nuevas alianzas corporativas que promueven el alboroto por los agrocombustibles. También incluimos una descripción de la nueva ola de inversionistas que apuestan a que la biología sintética puede transformar microbios en fábricas de combustibles.
Impacto: Con el auge de los agrocombustibles, la tierra y los que la trabajan son explotados una vez más para perpetuar los patrones de consumo del Norte, injustos y destructivos. Los cultivos para combustibles ya compiten con los cultivos alimentarios, y los campesinos y consumidores pobres están perdiendo todo. Debido a las enormes cantidades de energía que se requieren para cultivos como maíz o colza/canola, la primera generación de agrocombustibles podría acelerar, en vez de disminuir, el cambio climático. El Informe sobre desarrollo humano 2007/2008 del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, advierte que las consecuencias del cambio climático podrían ser “apocalípticas” para algunos de los pueblos más pobres del mundo. Ante los impactos catastróficos del cambio climático, es inaceptable imponer el mayor riesgo y la carga que significan los agrocombustibles en el Sur global. Lo que menos necesita el Sur es presión para cultivar cultivos combustibles en vez de cultivos alimentarios. Puesto que los agrocombustibles no son ni ecológicamente ni económicamente eficientes, los entusiastas de la biotecnología promueven una nueva generación de técnicas y materias primas para acelerar la obtención de carburantes, incluyendo árboles transgénicos. Estas alternativas presentan varios problemas graves.
Intereses financieros: Los cultivos para combustibles son el segmento de mayor crecimiento en la agricultura comercial mundial. Según cálculos de la industria, el mercado global potencial para los biocombustibles líquidos podría expandirse de 11 mil millones de galones por año en 2006, a 87 mil millones de galones en 2020. En 2006, el mercado global de agrocombustibles fue de 20.5 mil millones de dólares, con proyección de crecer a 80.9 mil millones en una década. En los países de la OCDE, las nuevas empresas y las multinacionales se arrebatan los aproximadamente 15 mil millones de dólares anuales que los gobiernos otorgan como incentivo para combustibles alternativos.
Acciones y política:
En todo el planeta organizaciones de la sociedad civil exigen que se detenga el furor de los agrocombustibles. En Estados Unidos y Europa, las organizaciones llaman a una moratoria sobre los incentivos que se dan a su producción, como la suspensión de todos los subsidios y financiamientos relacionados con el comercio de carbono. Deben cambiarse las estructuras inoperantes que promueven el transporte no sostenible de materias primas, personas y mercancías. Los gobiernos no previeron los impactos negativos de la primera generación de agrocombustibles sobre la sociedad, la economía y la naturaleza. Los Estados que se reunirán en Roma durante la Reunión de Alto Nivel de la FAO sobre Seguridad alimentaria mundial y los retos del cambio climático y la bioenergía, del 3 al 5 de junio de 2008, deben rechazar la primera generación de agrocombustibles y evitar los impactos de la próxima.
Impacto: Con el auge de los agrocombustibles, la tierra y los que la trabajan son explotados una vez más para perpetuar los patrones de consumo del Norte, injustos y destructivos. Los cultivos para combustibles ya compiten con los cultivos alimentarios, y los campesinos y consumidores pobres están perdiendo todo. Debido a las enormes cantidades de energía que se requieren para cultivos como maíz o colza/canola, la primera generación de agrocombustibles podría acelerar, en vez de disminuir, el cambio climático. El Informe sobre desarrollo humano 2007/2008 del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, advierte que las consecuencias del cambio climático podrían ser “apocalípticas” para algunos de los pueblos más pobres del mundo. Ante los impactos catastróficos del cambio climático, es inaceptable imponer el mayor riesgo y la carga que significan los agrocombustibles en el Sur global. Lo que menos necesita el Sur es presión para cultivar cultivos combustibles en vez de cultivos alimentarios. Puesto que los agrocombustibles no son ni ecológicamente ni económicamente eficientes, los entusiastas de la biotecnología promueven una nueva generación de técnicas y materias primas para acelerar la obtención de carburantes, incluyendo árboles transgénicos. Estas alternativas presentan varios problemas graves.
Intereses financieros: Los cultivos para combustibles son el segmento de mayor crecimiento en la agricultura comercial mundial. Según cálculos de la industria, el mercado global potencial para los biocombustibles líquidos podría expandirse de 11 mil millones de galones por año en 2006, a 87 mil millones de galones en 2020. En 2006, el mercado global de agrocombustibles fue de 20.5 mil millones de dólares, con proyección de crecer a 80.9 mil millones en una década. En los países de la OCDE, las nuevas empresas y las multinacionales se arrebatan los aproximadamente 15 mil millones de dólares anuales que los gobiernos otorgan como incentivo para combustibles alternativos.
Acciones y política:
En todo el planeta organizaciones de la sociedad civil exigen que se detenga el furor de los agrocombustibles. En Estados Unidos y Europa, las organizaciones llaman a una moratoria sobre los incentivos que se dan a su producción, como la suspensión de todos los subsidios y financiamientos relacionados con el comercio de carbono. Deben cambiarse las estructuras inoperantes que promueven el transporte no sostenible de materias primas, personas y mercancías. Los gobiernos no previeron los impactos negativos de la primera generación de agrocombustibles sobre la sociedad, la economía y la naturaleza. Los Estados que se reunirán en Roma durante la Reunión de Alto Nivel de la FAO sobre Seguridad alimentaria mundial y los retos del cambio climático y la bioenergía, del 3 al 5 de junio de 2008, deben rechazar la primera generación de agrocombustibles y evitar los impactos de la próxima.
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Etiquetas: Biocombustibles, ETC Group
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