Por: CARMELO RUIZ MARRERO
1. La testigo puertorriqueña
Irán Contra fue el mayor escándalo político de la década de 1980. En él salieron a la luz pública dos operaciones secretas e ilegales del gobierno de Estados Unidos. La primera fue la venta de armas aIrán, país que en el discurso oficialista de EEUU era enemigo y nación terrorista. Parte de las ganancias de esta operación fueron usadas para financiar la segunda operación, el mantenimiento de un ejército mercenario clandestino en Centroamérica conocido como los contras. Este ejército buscaba derrocar al gobierno revolucionario sandinista de Nicaragua.
La gran mayoría de los conocedores de los pormenores del Irán Contra nunca llegaron a enterarse del rol inusual de una mujer puertorriqueña en las revelaciones acerca de la operación de abastecimiento de los contras, conocida por el alias de “Wanda Doe”. Wanda, oriunda del municipio de Bayamón, trabajó en la primera mitad de los 80 para el Cartel de Medellín, y en 1986 acudió con su testimonio al entonces senador estadounidense novato y hoy secretario de estado John Kerry, quien dirigía entonces un subcomité que recién había abierto una investigación sobre posibles actos ilegales cometidos por los contras.
Wanda le contó al subcomité de Kerry que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) facilitaba la entrada a EEUU de cocaína del Cartel de Medellín a cambio de que éste ayudara a abastecer a los contras. Específicamente dijo que presenció en Barranquilla, Colombia, la llegada de dos aviones de la CIA cargados de armas, los cuales a su regreso a Estados Unidos iban cargados de droga. El primero de estos vuelos fue en 1983 y el otro en octubre de 1985. Wanda dijo que el propio narcotraficante Jorge Ochoa le explicó el negocio de armas por drogas que tenía con la CIA.
Según el testimonio de Wanda, los aviones eran de la aerolínea Southern Air Transport (SAT), la cual había sido testaferro de la CIA de 1960 a 1973 (ver abajo).
El 26 de septiembre de 1986 Kerry entregó el testimonio de Wanda, un “proffer” de 11 páginas, a William Weld, fiscal auxiliar del Departamento de Justica federal. El 3 de octubre Weld le informó a Kerry que rechazó el testimonio por éste tener algunas contradicciones menores. La historia hubiera terminado ahí de no haber sido porque dos días después los sandinistas derribaron un avión de SAT repleto de armas volando sobre Nicaragua, evento decisivo que detonó el escándalo Irán Contra (1).
Wanda reconoció entre los muertos en el avión el rostro del piloto, Wallace Sawyer, y le dijo al personal de la oficina de Kerry que lo había visto en los vuelos de SAT a Barranquilla. Naturalmente, tomaron con escepticismo sus palabras. Pero días después el periodista Robert Parry, de Prensa Asociada, viajó a Nicaragua y examinó los objetos encontrados en los restos del avión, entre ellos la bitácora de vuelo de Sawyer, donde decía qué aviones y a qué aeropuertos él había volado. Tres entradas, de octubre 2, 4 y 6 de 1985, indicaban su presencia en Barranquilla, justamente como Wanda había dicho.
Sin embargo, su importantísimo testimonio y su corroboración por parte del periodista Parry, fueron olvidados. La prensa boricua cubrió su historia brevemente, en especial El Mundo y la periodista Beatriz de la Torre en el San Juan Star. En su libro Out Of Control, el cual trata sobre la conexión de los contras y la droga, la autora Leslie Cockburn no menciona a Wanda. Y en su informe final sobre el tema,Drugs, Law Enforcement and Foreign Policy, el subcomité de Kerry apenas la mencionó.
A Wanda la conocí en 1989 cuando la entrevisté para un informe para una clase que tomaba en la facultad de Humanidades en la Universidad de Puerto Rico. No recuerdo el nombre del curso, sólo que trataba sobre América Latina y que el profesor era Luis Agrait. La conseguí por vía del licenciado Charles Hey Maestre, quien entonces representaba a Wanda como abogado del Instituto Puertorriqueño de Derechos Civiles. Ese informe que escribí fue la base de una monografía sobre la CIA que salió publicada en la Revista de Ciencias Sociales de la UPR en 1992 (2).
Para entonces ella había regresado a las sombras del olvido y el anonimato, recomponiendo su vida después de su roce con el peligro y la notoriedad. El mundo ya había perdido su interés en los contras. La guerra en Nicaragua estaba próxima a su fin, y la guerra fría también. Inclusive las organizaciones progresistas de EEUU estaban perdiendo interés en Centroamérica y desplazando su atención a otras partes del mundo y otros "issues".
Pero a otros personajes en la historia les fue muy bien. Kerry fue candidato presidencial demócrata en 2004 y es hoy secretario de estado. El fiscal Weld fue gobernador republicano de Massachusetts por dos términos, y en 1996 intentó sin éxito correr para el senado y sacar a Kerry de su escaño. En medio de esa campaña senatorial Parry tuvo la oportunidad de revisitar el tema y preguntarle a Weld por qué no aceptó el testimonio de Wanda, aún cuando fue corroborado por la bitácora de Sawyer. Weld le contestó que ella tenía la credibilidad de "sábanas infectadas".
Ese mismo año el fallecido reportero Gary Webb publicó una serie de artículos que documentaban en detalle la conexión entre los contras y la droga. El revuelo causado por dichos reportajes empujaron a la CIA a hacer una investigación interna la cual resultó en un informe del Inspector General de la Agencia, en el cual se confirman varias de las alegaciones más serias hechas en los reportajes en cuestión. En septiembre de 2014 la CIA desclasificó un documento en el que admitía que había tomado medidas concretas para desacreditar los reportajes de Webb (3).
Todas estas revelaciones sensacionales le deben mucho al valor de una mujer puertorriqueña que ha sido olvidada.
2. La aerolínea de la CIA
Southern Air Transport (SAT) fue una aerolínea fundada en 1947 por el aviador Frederick C. Moor Jr., del estado de Florida. En sus años iniciales, cuando contaba con aviones Douglas DC 3 y Curtiss-Wright C-46 Commando, volaba principalmente a destinos suramericanos como Brasil y Colombia. También transportó personal y equipo para el Departamento de Defensa, voló con cargamentos inusuales, como ganado, caballos de carrera, reptiles exóticos, y en una ocasión una tonelada de oro de Colombia a EEUU. Transportó además emigrantes puertorriqueños a Nueva York en la década de los 50.
En agosto de 1960 SAT pasó a manos de la CIA a través de Actus Technology, corporación fantasma creada por la propia Agencia (4). Moor siguió como jefe de la junta directiva (chairman). A principios de los años 70 el entonces director de la CIA, Richard Helms, ordenó privatizar a SAT y otras aerolíneas de la Agencia. En agosto de 1973 el New York Times reveló que Southern era un fronte de la CIA, lo cual provocó protestas de aerolíneas legítimas, que se quejaron de competencia desleal. El 31 de diciembre de ese año la aerolínea fue vendida a su entonces presidente, Stan Williamson. Cambió de manos de nuevo en 1979 cuando el empresario James Bastian se convirtió en su único accionista. Bastian había sido miembro de la junta directiva de Air America, otra aerolínea de la CIA. En 1983 Bill Langton asumió la presidencia de la empresa.
Southern hizo titulares en el mundo entero cuando uno de sus aviones modelo C-123 fue derribado mientras volaba furtivamente sobre Nicaragua transportando armas a los contras. En la investigación congresional del escándalo Irán Contra salió a relucir que SAT estaba por todas partes, inclusive transportando ilegalmente misiles TOW de Texas a Israel, los cuales fueron eventualmente entregados a Irán.
SAT demandó la televisora WPLG de Miami por haber transmitido en 1987 una entrevista con la informante boricua “Wanda Doe”, quien alegaba que sus aviones transportaban droga. La aerolínea perdió el caso en julio de 1991.
En la década de los 90 SAT hizo un esfuerzo mayor por cambiar su imagen y borrar su asociación con la CIA y el tráfico de armas, volando un sinnúmero de misiones humanitarias y de riesgo para la Cruz Roja, UNICEF y la Iglesia Luterana en países africanos en guerra, como Somalia y Sudán. Según un artículo publicado en 1992 por el diario inglés The Independent, una semana antes de la invasión de EEUU a Somalia, la llamada operación ‘Restaurar Esperanza’, aviones de SAT transportaron al país una gran cantidad de civiles estadounidenses que definitivamente no eran trabajadores humanitarios. ¿Agentes de la CIA, quizás?
En octubre de 1998 SAT se declaró en quiebra y tras una reorganización se cambió el nombre a Southern Air. Pero volvió a tener dificultades económicas: se acogió a la ley de quiebras en septiembre de 2012.
Ruiz Marrero es periodista puertorriqueño. carmeloruiz.blogspot.com En Twitter: @carmeloruiz. La versión original de este artículo se publicó en Compartir es Vivir, diciembre 2014.
Notas
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