¡POBRE ERIN BROKOVICH!
Nos da pena por Erin Brokovich. Las hazañas de esta activista ambiental fueron el tema de una aclamada película de Hollywood cuyo nombre no recuerdo en este momento. Pero acaba de ser pasada por la piedra y desprestigiada ante la opinión pública por una reportera de un periódico casi desconocido.
Hace unos meses, Brokovich y su jefe,
el abogado Ed Masry, estaban sonando la alarma acerca de un supuesto escape de gases tóxicos en
la escuela Beverly Hills High. Esta escuela es de las más cachendosas del mundo entero., y no solamente por ser uno de los distritos escolares más adinerados del mundo. Fue escenario de la película
Clueless, la exitosa serie televisiva Beverly Hills 90210 y cuenta con graduados tan célebres como
Nicholas Cage y
Monica Lewinsky.
Brokovich y Masry alegaban que unos pozos petroleros vecinos a las aulas estaban emitiendo gases carcinógenos al aire. Los medios de prensa, desde el
New York Times hasta la revista inglesa
The Economist y el programa televisivo Good Morning America, repitieron estas afirmaciones sin verificarlas. Pero en eso llegó la quisquillosa reportera
Norma Zager del
Beverly Hills Courier, una gacetilla semanal que nadie compra... porque que se reparte gratis.
Zager pidió ver los datos de los estudios de calidad de aire pagados por la firma de Brokovich y Masry, pero estos se rehusaron. Un tribunal eventualmente los obligó a hacerlos públicos, y estos no mostraron anomalía alguna en los niveles de contaminantes. Con la excepción de Zager, la prensa nunca dudó de la veracidad de lo que decían Brokovich y Masry. Ningún medio reseñó este fiasco, con la excepción del
Columbia Journalism Review.
Se esfumó así la imagen de Brokovich que le hizo Hollywood, la de ama de casa valiente y comprometida con la verdad. Pero si los cineastas se toman tantas libertades distorsionando historias verídicas, como hicieron en
A Beautiful Mind y
Black Hawk Down, entonces nada nos debe sorprender.